Alonso tiene ritmo, con 'r' de Resistencia

Cinco años sin victorias para un piloto como él, 'depredador' nato, es demasiado tiempo. Pero el automovilismo es así: un error de elección y, por muy campeón que seas, pasas del podio a simplemente intentar sobrevivir en el segundo pelotón. El sábado me emocioné al ver cómo controlaba la carrera y entraba ganador, pero supongo que él lo estaba más, mucho más, muchísimo más, infinitamente más: se había sacado muchos demonios de encima.

Lo que no entiendo son los sentimientos encontrados que ha suscitado su triunfo: ensalzadores unos y detractores otros, en ambos casos hasta términos insospechados. Tan dispares como la opinión sobre el penalti o no penalti sobre Marcello en el Barça-Madrid y otros lances de este polémico y pasional encuentro de ayer. Supongo que es una consecuencia de la red: los 'pros' y 'contras' hacen más ruido según sus gustos que un análisis.

Para unos, un triunfo merecidísimo, mágico, incontestable. Dejando constancia de su maestría y saber hacer, de que es el mejor y no hay piloto que le supere a igualdad de máquina.

Y bromean, afirman que tres temporadas con Honda, ni oler podio y una carrera con Toyota y una victoria, para poner el acento de que si no tiene más títulos de F1, no es por su culpa. Ni tanto, ni tan calvo, son dos entornos diferentes, con competencias y competitividades diferentes, que no pueden compararse.

Para otros, ayudado por las órdenes de equipo y sin que Fernando Alonso hubiera tenido el mejor ritmo de los pilotos de Toyota… de hecho, si logró la Pole, tampoco fue mérito suyo, sino de la descalificación del otro Toyota.

Cierto. Es posible que sin ese incidente de la clasificación, quizás el asturiano celebraría un podio pero no una victoria. Pero también es cierto que sin un oportuno coche de seguridad, sus compañeros del otro Toyota jamás le hubieran alcanzado.

Y los partidarios del asturiano señalarán que hay que tener en cuenta que sus compañeros llevan ya tiempo, temporadas, rodando con el Toyota, y Fernando se estrenaba. Para el que se considera como el mejor piloto del mundo por parte de sus seguidores y en cualquier caso entre los tres o cuatro mejores, que ha rodado ampliamente en la pretemporada, los problemas de adaptación no deben ser excusa.

Los más 'tecnificados' aducirán que es el único equipo oficial que corre frente a pequeñas escuderías, que poco pueden hacer. Y que encima los LMP1 de los equipos 'no oficiales' vieron cómo, en el último momento, se les introducía un hándicap, el de repostar cada 17 vueltas como máximo y no 19 como los Toyota…. después de que a los coches japoneses, para tener carreras más equilibradas, antes de comenzar la temporada, se les habían impuesto una serie de limitaciones a sus prestaciones. 

MENOS DIFERENCIA CON LOS LMP1 PRIVADOS

Es cierto que en los test de Paul Ricard los coches japoneses parecieron muy superiores a sus rivales, pero esto fue porque en la primera jornada rodaron sin esas limitaciones y por tanto, muchísimo más rápido. Ya se ha visto en Spa, con las últimas modificaciones, los LMP1 privados están por detrás, pero no demasiado lejos.

Dicho esto, añadamos que Resistencia son carreras de marca, no de pilotos. Hay que tenerlo claro. Toyota ha explicado claramente el tema de las órdenes de equipo. No quería ataques fratricidas en el último relevo. Sería absurdo poner en peligro un doblete, quizás incluso la corona, por los intereses particulares de los pilotos. El año pasado Porsche las impuso claramente, para conseguir que, además del título de marcas, tres de sus hombres lograran el título de pilotos. Audi, en su día, hizo lo mismo…. y en F1 se hace exactamente lo mismo sin que nadie se rasgue ya las vestiduras. ¡El que paga, manda! Paga para ganar y, como dijo Frank Williams, "le importa un bledo qué coche de los dos gane, mientras uno gane".

Fernando hizo una muy buena carrera. Pero eso es algo que se daba por sentado. Como debía darse por sentado que, con sus compañeros saliendo de boxes y teniendo a Buemi a su lado, el 90% de la victoria estaba adquirida… imponderables aparte. 

El asturiano supo eludir las trampas del tráfico con maestría. Y su ritmo fue constante y rápido en todo momento. Es cierto, Conway y Kobayashi, los dos pilotos del otro Toyota, tuvieron mejor ritmo… pero es que debían remontar posiciones. Y posiblemente Alonso lo hubiera mejorado de haber tenido que pelear desde el principio.

Un breve estudio de ritmo quizás nos permite darnos cuenta de la excelente carrera del asturiano. El promedio de las cinco mejores vueltas de Fernando fue claramente mejor que el de López o Nakajima, pero por detrás de Conway, Buemi y Kobayashi. Y lo mismo pasa con las diez mejores vueltas. Pero si se toman 20, sólo Conway y Kobayashi superaron a Fernando. Si se toman las 30, casi se neutraliza la diferencia con Kobayashi. Es más, Fernando es el piloto que menos diferencia tenía entre su mejor vuelta y el 30º crono… aunque en esto quizás Buemi resulte 'penalizado', ya que sólo rodó 34 vueltas; es un problema que también 'perjudicó' a 'Pechito' López.  

Son detalles que demuestran la adaptación de Alonso a esta especialidad, pero sobre todo, sus ganas de correr y de volver a ganar.

Quizás ahora se marque un objetivo nuevo. Ser el primer campeón del mundo de F1 y de Resistencia –título que se creó en 1981, porque si no, posiblemente, habría más de un campeón de ambas categorías, ya que en los 60 y 70 era habitual simultanear ambas disciplinas, pilotos de Ferrari incluidos–. 

No es habitual ser campeón del mundo de dos especialidades distintas del automovilismo, pero hay un piloto que lo ha conseguido: Petter Solberg, que lo ha sido en Rally y Rallycross. Bueno, hay otro piloto que puede conseguirlo: 'Pechito' López, que ya ha sido, y tres veces, campeón del mundo de turismos.

Pero ahora, antes de pensar en Le Mans, Alonso tiene una cita muy especial, el GP de España de F1.

MEJORES PROMEDIOS DE RITMO DE CADA PILOTO

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