Alex Palou: tres carreras para resolver el campeonato de IndyCar

Es verdad que preferiría estar por delante en la clasificación, pero todos sabemos que los puntos que hemos perdido han sido por cosas que escapaban a nuestro control.

Eso es lo que nos da más confianza: nosotros hemos sido rápidos en todas las carreras, de modo que afrontamos estas tres últimas finales con la confianza de sabernos competitivos y preparados para pelear por todo.

La mala suerte se acabó en Gateway. Ahora toca mirar hacia adelante.

Llevamos tres semanas trabajando en Portland, Laguna Seca y Long Beach, tratando de dar una última vuelta de tuerca para llegar a esos circuitos al 100% y en la mejor situación posible para llevarnos a casa el campeonato.

En Portland estuve hace cosa de un mes para hacer un día de entrenamientos, de modo que ya me conozco la pista. Y lo mismo puedo decir de Laguna Seca, porque hemos ido varias veces.

Son circuitos permanentes y ya he tenido ocasión de rodar en ellos, de modo que me siento con mucha confianza. Luego vendrá Long Beach, que será un auténtico reto. Es un urbano y es nuevo para mí, pero no para mis rivales.

Todo parece indicar que la pelea por el título se mantendrá muy abierta hasta la última carrera, pero trataremos de hacer el trabajo en Portland y Laguna Seca para no fiarlo todo a Long Beach.

Serán unas semanas bastante interesantes. Las tres carreras son en la costa oeste, pero volveremos a la fábrica de Indianápolis después de cada prueba para trabajar en el simulador y buscar la última décima.

Tres de los cinco primeros en el campeonato somos pilotos de Chip Ganassi, lo cual habla muy bien de mi equipo.

A Chip no le importa si gana Dixon, si gano yo o si gana Ericsson. Lo que él quiere es que gane uno de sus coches.

No tenemos órdenes de equipo, pero imagino que todos estaríamos dispuestos a ayudarnos entre nosotros si alguno se queda fuera de la pelea y ya no se está jugando la posibilidad de ser campeón. No lo hemos discutido por ahora, pero, por la relación que tenemos, creo que sería factible.

Hace tres semanas corrimos en Gateway, que era el último oval que quedaba en el calendario. Y lo que ocurrió ahí fue una pena, porque acabé abandonando después de que un coche me diera por detrás en una resalida.

Sabíamos que era una carrera difícil porque cumplíamos una sanción de nueve posiciones después de la rotura de motor de Indianápolis, pero para nuestra sorpresa las cosas se pusieron muy a nuestro favor.

Teníamos que ser agresivos en las primeras vueltas, y así lo hicimos. De la 21ª posición de la parrilla pasamos al Top 10 en apenas 60 vueltas, de modo que todo parecía indicar que podríamos obtener un buen resultado.

En ese momento me dije a mí mismo que podía permitirme el lujo de tomarme las cosas con calma, porque ya me había metido en la carrera y quedaban muchas vueltas por delante.

Yo estaba décimo. Justo delante tenía a Scott Dixon y un poquito más allá a Pato O’Ward, que era séptimo. Pero entonces ocurrió el accidente

De repente, Rinus VeeKay vino por detrás y se nos llevó por delante. Hablo en plural porque también alcanzó al de Dixon, mi compañero.

De ese momento, lo que recuerdo es que yo estaba intentando adelantar a Dixon por el exterior y que entonces noté el toque de Rinus.

En ese momento no sabes del todo qué ha pasado. No sabes si quizá has cerrado demasiado o no has visto a alguien. Pero cuando me pusieron la repetición vi claro que Rinus simplemente había entrado demasiado fuerte.

No sé muy bien qué estaba intentando Rinus en aquel momento. Luego dijo que había hecho todo lo que pudo para evitar el golpe, lo cual me sorprendió un poco, porque cuando no hay espacio, no hay espacio.

Sea como sea, pudimos hablar después de lo ocurrido y me pidió disculpas. De modo que ningún problema: seguimos adelante. Me llevo muy bien con él y lo de Gateway no cambia eso.

Lo divertido es que hubo mucha gente que me dio ánimos diciéndome que ya había terminado la mala suerte, pero yo no estaba del todo tranquilo porque aún no sabía cómo había quedado el motor tras el accidente.

Por suerte, todo está en orden. El motor está bien. El equipo no vio nada roto en la inspección post-carrera y los ingenieros de Honda tampoco nos han dicho nada malo, de modo no tendremos que cambiarlos ni penalizar.

Con Portland, Laguna Seca y Long Beach concluirá mi primera temporada en Chip Ganassi. El año que viene seguiré con ellos en las mismas condiciones, porque está todo hablado y firmado desde 2020.

Como tengo un año más en el contrato, no hay ninguna prisa para hablar del futuro. Yo soy muy feliz aquí. Quizá cuando termine esta temporada tendremos ocasión de sentarnos y hablar.

A mí me interesa y supongo que a ellos también, pero antes que nada tenemos que centrarnos en el campeonato. Luego ya habrá ocasión de sentarnos y ver si queremos seguir como hasta ahora, si queremos seguir muchos años más o si queremos esperar un poquito más.

LA COLUMNA DE ALEX PALOU: TEMPORADA 2021 DE INDYCAR