Alex Palou: cuando el coronavirus te impide debutar en la IndyCar

Llegué al circuito el lunes. Tenía varios compromisos con patrocinadores y medios de comunicación, lo habitual en un comienzo de temporada. Pero todo se empezó a torcer cuando Donald Trump anunció el miércoles que prohibía los vuelos al continente europeo. Ahí la gente hizo 'click' y todos vimos que la crisis del Covid-19, que en un principio nos parecía una nimiedad, podía tomar proporciones realmente preocupantes.

La noticia de la cancelación nos llegó cuando ya lo teníamos todo preparado. Todo es todo: ya habíamos montado el box, ya habíamos diseñado el plan de trabajo para los entrenamientos libres e incluso habíamos diseñado algunas estrategias para la carrera del domingo. También nos habíamos reunido con los ingenieros de Honda. Los coches estaban en el Pit-Lane. Lo teníamos todo listo para salir a pista.

La incertidumbre fue de menos a más: primero nos dijeron que el evento seguía adelante sin problemas, luego que se haría a puerta cerrada y al final que se suprimiría el viernes para reducirse a sábado y domingo. Cuando nos dijeron eso, vimos que estaban tratando de ganar tiempo para poder anular el evento, que es lo que al final ha pasado. Nosotros nos hemos enterado de todo al mismo tiempo que los medios. Nos notificaban de cada movimiento un par de minutos antes de anunciarlo al público.

Debo admitir que yo ya me temía que esto pudiera pasar. Estoy al tanto de todo lo que ocurre en casa. He podido ver cómo avanzaba la crisis en Madrid y Barcelona. De hecho, ayer mismo hice un FaceTime con mi madre cuando estaba en el supermercado. Apenas había productos en las estanterías, parecía una película. Estoy preocupado porque estoy solo en Estados Unidos y no ahí con ellos, pero así son las cosas.

Aquí en América la gente no se ha preocupado de verdad por el coronavirus hasta que Trump dijo el miércoles que se cancelaban todos los vuelos con Europa. A mí eso me afectó de lleno, porque mi padre tenía previsto venir para estar a mi lado en la carrera, como siempre ha hecho. Le dijeron en el check-in que si embarcaba no podría volver, de modo que al final decidió quedarse en tierra. Ahora tanto ahí como aquí ya son conscientes de la gravedad del asunto.

Volviendo a la IndyCar, se han cancelado todas las carreras hasta mayo. Eso significa que las 500 Millas de Indianápolis en teoría siguen en marcha, pero yo dudo que se puedan celebrar. Dos meses es muy poco tiempo y no creo que sea sensato tener a 300.000 personas reunidas en un mismo espacio tal y como están las cosas ahora. ¿A puerta cerrada? Aún no nos han confirmado nada, de modo que esto que os digo son sólo mis sensaciones personales al respecto.

Me da mucha rabia. Esperaba este debut con muchas ganas y me sentía a tope. El objetivo es muy grande y significa mucho para mí. Ahora nos han dicho que habrá dos meses de pausa, pero yo me temo que serán más. No queda otra que hacer caso a las autoridades, porque esta crisis es grave. Me preocupan las consecuencias y espero de verdad que no sean graves.

Yo no sé qué haré ahora. Estamos pendientes de ver si podremos hacer test privados, pero tengo mis dudas. Tampoco puedo volver a casa tal y como están las cosas, de modo que lo más probable es que me quede en Estados Unidos y trate de ponerme a salvo. Tengo mucho cuidado con mi higiene: me lavo las manos constantemente y me he agenciado un dosificador para lavármelas cada vez que toco algo. No podemos hacer mucho más. Seguiremos informando.

LA COLUMNA DE ALEX PALOU: TEMPORADA 2020 DE LA INDYCAR