El equipo Williams ha salido de Suzuka con las manos medio llenas. La posibilidad de llevarse unos buenos puntos en el Gran Premio de Japón para el equipo de Grove se ha desvanecido en la salida con el toque que tuvo Felipe Massa con Daniel Ricciardo, y en la segunda parada de Valtteri Bottas, cuando perdían la cuarta posición en favor de Kimi Räikkönen. En la próxima cita de Sochi, dentro de dos semanas esperan ser más certeros. 

El equipo Williams ha recibido con los brazos abiertos las curvas rápidas y largas rectas del circuito de Suzuka. Tras una decepcionante actuación el pasado fin de semana bajo las altas exigencias de tracción mecánica que ofrece el trazado de Marina Bay, los de Grove han logrado colocar a Valtteri Bottas en tercera posición a menos de cuatro décimas del Mercedes de Lewis Hamilton. Su compañero de equipo, Felipe Massa, saldrá quinto en una carrera donde aspiran a luchar por el último cajón del podio junto a Ferrari y Red Bull.

El Gran Premio de Singapur fue raro en sí mismo. Más allá del caminante que provocó un coche de seguridad, la principal causa que hizo que la carrera no siguiese el 'status quo' de la temporada fue el bajón de rendimiento de Mercedes. Para explicarlo, aparecieron teorías conspiratorias de debajo de las piedras debido a la rareza vista: que las flechas de plata estuviesen lejos de la Pole, de la victoria y del podio.

La carrera de Singapur es historia y los equipos están pensando ya en Suzuka, en especial Williams, quien mostró en el trazado de Marina Bay un rendimiento mucho más bajo del que nos tienes acostumbrados. Tanto Felipe Massa como Valtteri Bottas llegan a Japón con la gran esperanza de poder realizar una carrera muy buena. Aseguran que se trata de una pista donde pueden ser realmente competitivos y en la que llegar nuevamente al podio es posible. 

Cara y cruz para Williams. Esperaban un fin de semana duro ya que su coche no acostumbra a rendir bien en circuitos urbanos y lentos, pero lograron un gran resultado con el quinto de Bottas. Gracias a una buena estrategia, pudieron superar a Kvyat, que tenía un ritmo superior. En cambio, en el otro lado del box, todo fue al revés. Massa tuvo una colisión con Hülkenberg que condicionó su carrera, y luego tuvo un problema en la caja de cambios que le obligó a retirarse. 

Cruzaron la meta casi cogidos de la mano, una para terminar en el podio, Massa, y otro para hacerlo cuarto, Bottas, pero las rectas kilométricas de Monza ya forman parta del pasado de este 2015. Ahora Williams debe enfrentarse a su mayor reto: los circuitos con muchas curvas, demasiadas para el buen rendimiento del FW37, y de baja velocidad. En trazados de parecidas características como Mónaco y Hungría se quedaron sin puntuar, algo que esperan no repetir en Singapur.

Rob Smedley dice que el paquete de mejoras que traerán en Singapur debería poner a Williams a la par con Ferrari en cuanto a rendimiento. A pesar de que en Monza lograron un podio con la tercera plaza de Felipe Massa, los de Grove se vieron beneficiados por la rotura de motor de Nico Rosberg y la pobre salida de Kimi Räikkönen. 

La perspectiva de recibir el actualizado motor que estrenó Mercedes en Monza podría crear un dilema para Williams en las últimas pruebas de la temporada 2015. En el equipo liderado por Felipe Massa y Valtteri Bottas siguen sin estar seguros de cuándo van a recibir la nueva versión de la unidad de potencia alemana, para la que el equipo de Brackley utilizó los siete 'tokens' que tenían a su disposición.

Hacía bastante tiempo que no veíamos a ambos Williams dentro del top 10 en unos entrenamientos libres del viernes. Acostumbrados a rodar con mucho combustible, parece que los de Grove han hecho los deberes y han traído un paquete específico para Monza de baja carga aerodinámica que les está funcionando muy bien. Tanto Bottas como Massa están contentos con el equilibrio del coche y creen que este fin de semana serán competitivos. 

Después de un Gran Premio de Bélgica complicado en el que el equipo cometió errores inusuales, Williams llega a Monza con la esperanza de volver a pisar un podio al que no suben desde el Gran Premio de Austria. Las largas rectas de Monza deberían adaptarse bien al propulsor Mercedes de los de Grove, aunque tendrán que trabajar para deshacerse de teóricos rivales como Ferrari, Force India o incluso Lotus.

Valtteri Bottas ha sido uno de los principales protagonistas de una ‘silly season’ que, parece, se cobrará menos asientos de los esperados inicialmente después de la renovación de Kimi Räikkönen, hombre al que se rumoreó insistentemente que el finlandés sustituiría de cara al año que viene. 

Williams ha perdido una oportunidad de oro para recortar puntos a Ferrari. Spa parecía que se adaptaba bien al FW37, pero un mal primer 'stint' en el cual no podían hacer trabajar bien las gomas blandas, ha comprometido el resto de su carrera. Además, Bottas ha sufrido un error sorprendente al montarle un neumático medio en un juego de blandos, por lo que ha tenido que cumplir un 'Drive-Through'. A pesar de todo, terminaron con ambos coches en los puntos. 

Las vacaciones se acaban, las fábricas de los equipos vuelven a abrir y las cabezas a pensar, y en Williams solo pueden hacerlo en repetir el resultado que lograron el año pasado en Bélgica, cuando Bottas subió al podio. Lo cierto es que sobre el papel el circuito de Spa es uno de los más favorables al FW37 y a su motor Mercedes, por lo que es escenario perfecto para olvidar su aciago domingo en Hungría. Además, es un lugar que tiene enamorados a sus dos pilotos. 

El jefe de rendimiento del Williams, Rob Smedley, ha hecho un repaso a la actualidad de su equipo justo antes de afrontar un importante fin de semana en Spa-Francorchamps. La carrera belga, por las características del trazado, es una gran oportunidad para el equipo británico de volver al podio, o incluso de poner en aprietos a los Mercedes. Ya les pusieron contra las cuerdas en Silverstone y pretenden repetir tras la vuelta de vacaciones.