Victoria de Campeonato: Hamilton se pasea y Rosberg rompe el motor
Allí estaba, con sus ruedas alejadas del asfalto, elevado para que todos lo vieran, expulsando humo blanco de su interior como si se estuviera asando a la parrilla. Una imagen que puede valer el Mundial. El W06 de Rosberg con su motor ardiendo y su piloto con las esperanzas diluyéndose. Lo acaecido en Monza pasó de ser una carrera sin más a dejarnos un guión por el que hasta el propio George Lucas pagaría millones para hacer una película. Y qué película.
Y es que, en el momento de escribir estas líneas aún no se sabe cuál será su final. Viendo lo que pasó en el asfalto lo tenemos claro: Hamilton cruzó la meta en solitario, igual que durante 53 vueltas y con su perseguidor más cercano, Vettel, a 25 segundos. Un Grand Chelem y 53 puntos de distancia que tendrían que haberse celebrarse por todo lo alto, pero a Lewis se le atragantó el champán.
Sentimos que algo raro estaba pasando cuando al británico le pedían desde el muro a poco del final que volviera a rodar como si su séptimo triunfo estuviera en peligro. Y así lo hizo, pero sin saber por qué. Volvió a ponerse en tiempos de vuelta rápida hasta ver la meta, y una vez fuera de su Mercedes se lo explicaron: en el box del equipo alemán estaban preocupados porque habían rodado por debajo de las presiones indicadas por Pirelli en sus gomas y podían ser penalizados.
Sus dudas se volvieron reales cuando la FIA les comunicó que estaban bajo investigación y les citó para declarar tras la carrera. Si tenemos en cuenta que en la GP2 ese hecho fue motivo de exclusiones, el golpe al Mundial que Hamilton dio con pleno derecho en la pista, se quedaría en nada por un error absurdo. Y la tristeza de Rosberg, que estaba a 1.2 segundos de Vettel cuando su motor estalló, se transformaría en alegría por no ver el título todavía perdido.
El último escalón del podio fue para otro viejo conocido de la afición italiana: Massa. Con el abandono de Rosberg, los Williams volvieron a recuperar una opción de podio que Mercedes les había quitado de forma magistral con un 'undercut' de libro de Nico. Así, Felipe y Bottas protagonizaron el duelo más emocionante al entrar en la línea de meta casi cogidos de la mano. Pero el DRS de los 'tifosi' pudo más que el de Valtteri y el brasileño ganó la partida.
En cuanto al resto de reparto de puntos: Pérez y Hülkenberg consiguieron el mayor número de puntos de la temporada para Force India (14) con su sexta y séptima posición, lo que indica la evolución favorable de su VJM08; ambos Red Bull terminaron sumando después de salir desde el fondo de la parrilla, con especial mención al octavo de Ricciardo; y Ericcson volvió a mostrar su buen estado de forma al concluir por tercera cita consecutiva con tantos en su mochila.
Sainz finalizó a 3.6 segundos de Kvyat y del Top 10 y con su dosis de mala fortuna como de costumbre. El español recibió un Stop&Go de cinco segundos en las primeras vueltas por saltarse una chicane, lo justo para apartarle de los puntos. Al menos venció a Verstappen, que dejó su sello inconfundible en preciosos adelantamientos a Button y Nasr, pero al que le frenó una estrategia de tres paradas. Por cierto, Jenson fue el único McLaren en ver la meta.
Al MP4-30 de Alonso hay que buscarle en la lista de abandonos. Otro fallo de potencia envío a Fernando a boxes cuando estaba luchando con su compañero, aunque por una 15ª posición intrascendente. El mismo mal sabor de boca, aunque por partida doble, se le quedó a Lotus cuando perdieron a sus dos hombres en los primeros compases de carrera. Por último, Merhi no pudo esta vez con Stevens. Está fue la película de Monza, veremos si alteran su final...
