Los 'tokens' impulsan a Mercedes al infinito: 21 milésimas entre ellos
En el 'Templo de la Velocidad' solo hay sitio para un imperio. A la afición italiana que llena las gradas les gustaría que imperara el rojo de su querida Ferrari, pero la historia de este año es bien diferente, y ahora todavía más. No hay otro lugar en el calendario en el que importe más la potencia del motor que en las rectas infinitas de Monza, y Mercedes ha aprovechado para dar rienda suelta a toda su caballería. ¿El resultado? Demoledor.
Los siete 'tokens' que han gastado en la evolución de su unidad de potencia, todos de los que disponían, les han llevado a otro horizonte. La pirámide que tienen que escalar sus rivales para ponerse a su altura se ha reforzado con unos cuantos escalones más. No tiene fin. Allí, en todo lo alto, se puede ver a Hamilton y Rosberg disputándose el trono mientras que los demás se pegan por las migajas a casi un segundo.
El piloto que solía ganar en el mismo patio donde juegan ahora los de la estrella, Sebastian Vettel, ha sido el que más cerca ha visto pasar la estela plateada. Nada menos que a más de siete décimas. Todos los demás, empiezan su batalla más allá de la barrera del segundo. Al menos, este viernes nos queda la ilusión de ver un duelo más cruento entre Lewis y Nico si nos atenemos a la ridícula diferencia de 21 milésimas que hay entre ellos.
Ahora bien, si nos ponemos pesimistas podemos ver que el británico tiene todavía un margen de mejora más grande porque ha aprovechado menos el rendimiento del neumático blando que el alemán. Rosberg mejoró 1.1 segundos al montar el Pirelli amarillo y Hamilton, 0.9 (ambos en la media del resto de la parrilla). Solo queda esperar a mañana para ver quien empieza tomando la delantera. Mientras, nos entretenemos con lo que hay a su espalda.
Los mejor posicionados para amenazar un posible podio para la Scuderia son los Force India. Pérez se quedó a dos décimas de Vettel y Hülkenberg paró el crono una décima más tarde, lo justo para acabar también por delante de Räikkönen. Y es que, con la excepción que vimos en Hungría, la versión B del VJM08 ha llevado al equipo indio a cotas que antes eran impensables para ellos. Lotus y Williams les siguen muy de cerca, a dos décimas, con la excepción de Massa.
Fuera del Top 10, los primeros coches que encontramos son los pintados de azul Sauber. 11º para Nasr y 12º para Ericsson. Mucho tiene que ver su propulsor Ferrari estrenado en Spa. En Monza se notan muchos los caballos y por eso Renault y Honda aparecen a la zaga. De los problemas de Red Bull ya hemos hablado, quedan los del resto. En Toro Rosso, quitando una salida importante de Verstappen en Ascari, los principales tienen que ver con su potencia.
Los de Faenza tienen poco de dónde tirar, de ahí sus puestos más retrasados. Aquí no pueden ocultar sus deficiencias como en Bélgica, es lo bueno de la pista italiana: no hay trampa ni cartón, lo que hay es lo que se ve. Sufrirán bastante, como ya han empezado a saber en el primer día de acción. Si buscan consuelo lo encontrarán en McLaren, que están mucho peor que ellos, como acostumbran. Alonso 16º, a 0.3 de Sainz, y Button 19º y con problemas.
Una vez aclarado el lío con su juego de motores, tienen tantos que lo difícil es no perderse entre ellos, queda la pobre imagen que no son capaces de quitarse. A Jenson se le rompió un manguito del propulsor de Hungría y tuvieron que cambiarle las baterías, por lo que se perdió casi toda la sesión. Y en Manor, Merhi también se perdió los últimos 40 minutos de la tarde. Por aquí son todo contratiempos, pero si miran arriba, verán la felicidad, verán a los reyes jugar.
