Fernando Alonso saca su bola de cristal... con George Russell

Que Russell es una de las grandes promesas del futuro no se puede negar. Cada fin de semana le vemos cabalgando con el Williams en una posición que normalmente no le correspondería y el año pasado, nada más que le dieron la oportunidad de pilotar el Mercedes, demostró que podía llevarlo a la victoria. 

George se ha ganado el respeto y la simpatía del paddock. Que hablen bien de ti compitiendo en un equipo de final de tabla no es fácil, pero Russell de alguna manera lo ha conseguido. Muchos hablan ya de él como el sucesor de Lewis Hamilton.

Los halagos a George coinciden con un momento delicado en Mercedes para Valtteri Bottas. El finés no gana desde Rusia 2020 y en este principio de año encadena una racha de mala suerte que no le ha permitido ser más que tercero en las carreras. Su déficit de puntos incluso le ha hecho caer a la cuarta plaza en el Mundial, por detrás de Norris.

Mónaco fue su segundo cero del año en cinco carreras. Después del accidente con Russell en Imola, una desastrosa parada le condenó en el Principado. Tras haber estado en el punto de mira en Italia por estar luchando contra un Williams en lugar de en la parte delantera, ahora Toto Wolff le culpa en parte de lo ocurrido en Mónaco por no haberse posicionado bien en sus marcas en el Pit-Lane.

En medio de todo este huracán, encima, ha llegado un mensaje que acerca a Russell todavía más a Mercedes y hace peligrar la continuidad de Valtteri. Su renovación está más en duda que nunca, sobre todo después de que Red Bull haya superado a los alemanes en el Campeonato de Constructores –aunque haya sido víctima de la mala suerte–.

Ese mensaje viene precisamente de Fernando Alonso. En el intercambio de cascos que han hecho este fin de semana George y él, la firma del español ha sido la siguiente:

"¡George, molas! Futuro campeón del mundo. Fernando", ha escrito Alonso.

Otro piloto más que ve a Russell ganando en el futuro mientras sigue lo que Wolff ya ha bautizado como 'la maldición de Valtteri Bottas'. El mensaje no podía haber llegado en mejor momento.