Monza pide perdón por el caos del GP de Italia y ya trabaja para mejorar

Monza recibió a 336.000 aficionados a lo largo de los tres días del Gran Premio de Italia, una multitud para la que la organización no estaba del todo preparada. Los promotores acumularon muchas quejas sobre lo largas que eran las colas para entrar al circuito y la falta de instalaciones.

Problemas de visibilidad porque había demasiada gente y también dificultades para conseguir comida y agua por el sistema de tokens que organizaron, que generó colas kilométricas. En resumen, mucho descontento y decepción con la organización.

Los responsables de Monza son conscientes de los problemas que se dieron durante el fin de semana y ya han comenzado una investigación para detectar el origen de todos estos conflictos y ver qué pueden hacer mejor para 2023.

"El circuito de Monza expresa su pesar por el malestar de las personas que, entre los muchos aficionados que acudieron al último Gran Premio de Italia, encontraron ciertos problemas", han comentado desde Monza.

"La estructura y su gente se ha esforzado al máximo en un evento que superó todos los récords de asistencia y fue más allá de los pronósticos esperados", ha añadido el circuito.

"Para el Autodromo Nazionale de Monza la experiencia de los aficionados es una prioridad y por esta razón se ha iniciado una verificación rigurosa con los socios para determinar e investigar el origen de cualquier problema y tomar las medidas oportunas para que esto no pase de nuevo en el futuro", han expresado para cerrar.

Una situación que llega en un momento crítico para Monza, en el que llegan nuevos países al calendario y a los históricos no les vale con ofrecer lo mismo de todos los años; deben subir el nivel.