Así eran los CSL que BMW ocultó al mundo, Parte II

Cuando a mediados de los años 60 se creó el Campeonato de Europa de Turismos, pronto atrajo la atención de los principales fabricantes de vehículos. BMW decidió tomar parte en él a comienzos de los 70, pero para ello necesitaba el coche adecuado, para lo cual desarrolló ex profeso el alabado 3.0 CSL -un coche que podría tener pronto descendiende directo-, tanto para competición como para calle. Derivado del 2000 CS, el CSL añadía precisamente eso, ligereza, a una receta a la que se sumaba un motor de seis cilindros en línea de 3.2 litros que en las versiones de inyección superaba los 200 caballos. Se trataba, sin duda, del primer vehículo 'M' de la historia.

En la búsqueda de la ligereza se hacía uso de aluminio en zonas como las puertas o el techo, así como el uso de plexiglás para las ventanillas. En total se fabricaron algo más de 1.000 unidades. En los últimos tiempos, el valor de estos modelos en subasta se sitúa en el entorno comprendido entre los 100.000 y los 120.000 euros para ejemplares en buenas condiciones.

La marca apenas ha comercializado sucesores directos del modelo, a excepción del M3 E46 CSL de 2003 y del recientemente presentado M4 CSL. Sin embargo, los próximos prototipo secretos que mostramos a continuación se acercaban bastante a la fórmula presentada por este pionero de la generación 'M'.

BMW M6 E63 CSL

Este concepto tal vez se alejaba de la búsqueda por la reducción del peso y se centraba más en la mejora aerodinámica, no obstante, su concepción de Gran Turismo lo acercaba con más fuerza si cabe al estilo del 3.0 CSL de comienzos de los 70.

Sí, prescindía de elementos en los paneles de las puertas y en la consola central para reducir la masa del conjunto, pero lo verdaderamente novedoso se encontraba en su aerodinámica activa, con un 'splitter' delantero y alerón trasero retráctiles. Asimismo, presentaba por primera vez los retrovisores con apéndice aerodinámico que se globalizaron en las últimas variantes 'M' de la marca.

Mecánicamente no había cambios esta vez, incorporando el motor V10 de serie con 5.0 litros de cilindrada y 507 caballos con tecnología derivada casi directamente de la Fórmula 1, recuerdos de una época en la que la casa bávara compitió en la máxima categoría del automovilismo como motorista de los equipos Williams y Sauber.

BMW M2 F87 CSL

Cuando en la marca decidieron que el BMW M2 tendría todavía una versión aún más prestacional que el Competition de 411 caballos, los departamentos de desarrollo presentaron dos propuestas: la primera fue la que llegó a nosotros en la forma del M2 CS, con el motor de seis cilindros aumentado hasta los 445 caballos y 550 Newton metro con los que ha conseguido cautivar tanto a propietarios como a prensa especializada desde su llegada a comienzos de 2020.

Sin embargo, también se propuso otra versión de igual potencia pero con elementos tomados prestados del M4 GTS a la que no dudaron en bautizar como CSL. De esta forma, presentaba un alerón de carbono de grandes dimensiones en el exterior, frenos carbonocermámicos y un interior reducido al mínimo, con jaula antivuelco o asientos tipo bacquet entre otros.

Tras la presentación interna, la directiva decidió decantarse por el CS al ser un concepto de similar potencia pero de filosofía más utilizable y confortable para el día a día. El CSL quedó por tanto como un prototipo único de BMW, pero por suerte para los aficionados, fue únicamente la opción descartada entre dos productos altamente excitantes.