Ferrari Testa Rossa J: el 'cavallino' eléctrico ya es una realidad

¿Ha adelantado Ferrari sus planes de presentar su primer coche eléctrico en 2025? No, tranquilos, aunque el Ferrari Testa Rossa J lo sea. Se trata de un proyecto muy especial de la firma del 'cavallino' que supone una fiel reproducción del 250 Testa Rossa del año 1957 impulsada por un motor de baterías. ¿Dónde está el truco entonces? En que se trata de una reproducción al 75% de tamaño del original y que se puede conducir desde los 14 años de edad. Lógicamente no se trata de un vehículo apto para su uso en carretera.

El Ferrari Testa Rossa J, del que tan sólo se van a fabricar 299 unidades, es el resultado de la colaboración de la firma italiana con The Little Car Company, una empresa especializada en la producción de coches a escala. El Centro de Estilismo de Ferrari en Maranello supervisó las proporciones y libreas, mientras que el chasis y otros componentes se crearon utilizando dibujos de diseño originales del departamento Classiche de Ferrari.

La carrocería del Ferrari Testa Rossa J está hecha de aluminio batido a mano, exactamente el mismo proceso con el que se fabricaron los modelos históricos. La pintura, por su parte, es la misma que puede llevar cualquier Ferrari de calle, lo mismo que el anagrama delantero. También se sabe que este coche para niños –o no tan niños, puesto que Ferrari asegura que lo puede conducir cualquier adulto–conserva la misma geometría de dirección y suspensión.

El interior cuenta con un solo asiento con tapicería de cuero. De nuevo este elemento es exacto al de los Ferrari de serie. El volante lleva la firma de Nardi, que es la empresa que participó en el modelo original de los años '50. Tal y como sucede en los monoplazas de Fórmula 1, el volante se puede retirar para facilitar el acceso o salida del vehículo. También llaman la atención los mandos de la cabina, rediseñados para el nuevo uso eléctrico que se les va a dar. Por ejemplo, los medidores de aceite y agua ahora monitorean las temperaturas de la batería y del motor, mientras que el medidor de combustible es ahora el medidor de la batería y el tacómetro se ha convertido en un velocímetro.

En el Ferrari Testa Rossa J también hay detalles de los coches actuales. Los pedales son los del F8 Tributo, mientras que los neumáticos son de Pirelli. La suspensión presenta amortiguadores de Bilstein, mientras que los frenos de tambor originales han dejado paso a unos de disco por cortesía de Brembo. También se han reforzado los paneles laterales y, como opción, se puede equipar una barra antivuelco. Tan en serio se ha tomado el proyecto Ferrari que la puesta a punto del vehículo se ha realizado en el mismísimo circuito de Fiorano.

Ferrari no ha sido del todo claro con la potencia que entrega el Testa Rossa J, puesto que tan sólo ha detallado los dos modos de conducción más tranquilos. El primero, llamado Novato, tiene 1 kilovatio de potencia –1,34 caballos– y desarrolla una velocidad máxima de 20 kilómetros/hora. Por encima está el modo Confort, que entrega 5,36 caballos para alcanzar los 45 kilómetros/hora. Además están los modos Sport y Race, de los que los italianos prometen mayor aceleración y velocidad punta. El motor, por cierto, se alimenta de tres baterías ubicadas en la parte delantera del coche que otorgan 90 kilómetros de autonomía como máximo.

El Ferrari Testa Rossa J ofrece una amplia gama de personalización y combinaciones de colores. De hecho, el departamento de Ferrari Classiche llevó a cabo una extensa investigación sobre todas las decoraciones que han adornado el 250 Testa Rossa a lo largo de su carrera deportiva. Fruto de esto se ofrecen hasta 14 opciones históricas diferentes, 53 colores de carrocería y algunas decoraciones personalizadas adicionales. Lo que desconocemos por el momento es el precio del 'juguete', pero tiene pinta de que barato no va a ser.