Sebastian Vettel ha vuelto

El piloto alemán, después de cuatro años exitosos con la Scuderia Ferrari –de 2015 a 2018 cosechó 13 victorias y plantó cara a los Mercedes–, entró en una espiral negativa de difícil salida cuando el joven Charles Leclerc llegó al equipo de Maranello.

Fue una temporada 2019 complicada para él, sobre todo al final, por aquel polémico incidente en Brasil… y el año siguiente sería aún peor, porque empezó la temporada sabiendo que su época en Ferrari había terminado y Carlos Sainz sería su sustituto.

Buscar un asiento competitivo para 2021 no fue sencillo, e incluso por su cabeza pasó la retirada, pero finalmente encontró cobijo en Aston Martin. Allí se sintió como en casa desde el primer día, con la confianza necesaria, y eso se ha notado en la pista y fuera de ella. Se ha reencontrado a sí mismo.

Es cierto que la temporada no empezó muy bien para Vettel en Baréin. Pasar de un equipo a otro, y además con una pretemporada cortísima, no ha sido fácil para ningún piloto: ahí están los ejemplos de Ricciardo, Pérez o incluso de Fernando Alonso.

Lance Stroll encadenó dos buenas actuaciones en los dos primeros Grandes Premios y sumó cinco puntos, mientras Vettel seguía con un cero en su casillero. El canadiense se movía como pez en el agua en el equipo de su padre y a ‘Seb’ le faltaba adaptación.

Pero en Mónaco ya se pudo ver de qué pasta está hecho Sebastian Vettel. El de Heppenheim, que salía octavo, dio una demostración de ritmo con aire limpio y, mediante un ‘overcut’, adelantó a varios pilotos –incluido Hamilton– para finalizar en quinta posición.

Era la primera pincelada de Sebastian con Aston Martin, el primer signo del regreso de aquel gran piloto que bailó bajo la lluvia de Monza para ganar en un Toro Rosso o del que dominó la Fórmula 1 durante cuatro temporadas consecutivas.

Pero quería más. En Azerbaiyán tenía otra oportunidad de brillar, porque sabía que tenía ritmo entre los muros de las calles de Bakú, y por eso estaba tan frustrado el sábado cuando una bandera roja le privó de hacer una buena vuelta para pasar a la Q3.

El domingo, sin embargo, volvió a sacar el traje de las mejores galas. En una acción similar a la de Mónaco, alargó su parada unas vueltas más que sus rivales y, con un ritmo más que sorprendente, adelantó a varios pilotos mediante un ‘overcut’.

De salir undécimo pasó a pelear por la quinta o incluso por la cuarta posición ante el AlphaTauri de Pierre Gasly y el Ferrari de Charles Leclerc. Tenía gomas más frescas, de modo que no era una utopía ese cuarto lugar de cara al final de la carrera.

Lo que sucedió a posteriori todos lo vieron: Max Verstappen tuvo un accidente, Lewis Hamilton cometió un error en la resalida… y Sebastian Vettel terminó en una segunda posición más que merecida para lograr el primer podio de Aston Martin en su vuelta a la F1. Actuación inconmensurable del alemán para recibir, como no podía ser de otra manera, el premio a piloto del día.

Había dudas sobre Sebastian el año pasado por sus continuos errores y su pobre rendimiento. La falta de confianza le pasó factura, pero con estas dos actuaciones ha dejado bien claro que esa mala racha pasó, y ahora toca mirar hacia el futuro con optimismo.

Desde el equipo no dudaron en destacar que Vettel logró un resultado "excelente" y el propio Sebastian aseguraba estar como en una nube después de su gran actuación. Los integrantes de la formación de Silverstone seguro que se estarán frotando las manos con el retorno del mejor ‘Seb’.