Volver tras un accidente y 25 operaciones: la increíble historia de Correa

El deporte está lleno de historias de superación, pero la noticia de ayer era algo que no esperábamos: Juan Manuel Correa vuelve a competir. ¡Se asegura un volante en Fórmula 3 sólo año y medio tras su grave accidente!

Conviene repasar el historial médico de Correa, de sólo 21 años, para aplaudir todavía más fuerte el hecho de que esté de vuelta. Decimos que regresa porque hace exactamente año y medio, su vida y su trayectoria se pusieron en pausa.

Él fue uno de los cuatro pilotos implicados en el espeluznante accidente en el que murió Anthoine Hubert en la carrera larga de Spa de la F2 de la temporada 2019, el 31 de agosto. Hubert se fue directo hacia las barreras tras un incidente entre Giuliano Alesi y Ralph Boschung. Debido al efecto rebote, el coche del francés se quedó en la trazada. Por detrás venía Juan Manuel Correa, que no pudo evitarlo. El resultado fue un fuerte golpe en forma de T entre los dos pilotos en el que Hubert falleció en el acto.

• Un espeluznante accidente suspende la carrera larga de F2

Hele heftige crash tijdens F2 in Spa. Toevallig live gefilmd. pic.twitter.com/fwVmS67vLp

— Marcel van Leest (@ThomasRutger) August 31, 2019

Alesi y Boschung salieron ilesos, pero Correa fue directo a la UCI con fracturas en ambas piernas y una lesión menor en la columna vertebral. Su primera operación para reparar sus fracturas de piernas fue en el Hospital Universitario de Lieja. Días más tarde le trasladaron a una UCI especializada en Reino Unido para seguir con su recuperación y comenzaron las primeras complicaciones: Correa sufrió un fallo de respiración aguda como consecuencia del impacto y los médicos decidieron inducirle al coma y conectarle a un respirador para que sus pulmones descansaran. Su estado era crítico.

Sus padres informaban de que sus fracturas eran múltiples y graves, pero la prioridad era que volviera a respirar para aguantar cualquier operación. Dos semanas después, a raíz de ligeras mejoras, los doctores deciden despertarlo y trasladarle a un hospital especializado en cirugía ortopédica, aunque sus pulmones todavía no estuvieran listos para la operación, de 17 horas de duración y gran complejidad, que necesitaba.

Días después, la rápida recuperación de Correa impresionó a los médicos, que procedían a operarle con una cirugía para evitar lesiones irreversibles, que fue clave en su progreso. El piloto rechazó la opción de la amputación y se expuso a los riesgos de una intervención complicada. Afortunadamente todo marchó bien y la operación fue todo un éxito. A eso le siguieron seis semanas más en el hospital y un año por delante de terapia, rehabilitación y operaciones correctivas. Hasta 24 veces más tuvo que pasar Correa por quirófano.

En ese momento, Correa, que aseguraba que estaba viviendo la experiencia más dura de su vida, no tenía claro que pudiera recuperar sus piernas, sobre todo la derecha y veía por delante una recuperación larga y complicada.

Dos meses tras el accidente grababa un vídeo para actualizar sobre su estado. Hablaba de un plazo de entre diez meses y un año de recuperación. Durante todo el proceso ha estado con un fijador externo en su pierna derecha, consecuencia de la operación, en la que los doctores extrajeron más hueso de su pierna del que pensaban.

Casi dos meses después del accidente, Correa se levantaba de la cama por primera vez y poco después, comenzaba a dar pequeños paseos por los pasillos del hospital. Su empeño por recuperarse, aunque nadie le aseguraba que fuera a ser al 100%, se veía desde el principio.

En noviembre de 2019 volvía a su casa, a Miami, para seguir con su camino. Con sus dos vértebras rotas ya curadas, volvía a entrenar su tren superior y un mes después, le veíamos 'recuperado' del trauma con unas vueltas a Spa en su simulador.

2019 lo terminaba de vuelta en el hospital, con el objetivo de poner cuerpo y mente a fondo en lograr volver a correr algún día para honrar la memoria de Hubert y hacer que estuviera orgulloso. En febrero llegaban las conclusiones de la FIA del accidente, en las que la Federación exculpaba a los pilotos involucrados, incluido a Correa. Juan Manuel comenzaba con los entrenamientos de cuello.

En marzo llegaba una nueva operación para él que posibilitó que durante el confinamiento por covid-19, sus entrenamientos comenzaran a ser más completos. A excepción de su pierna derecha, podía ya trabajar con el resto de su cuerpo. Sólo unas semanas más tarde, en abril, por fin podía apoyar su pierna derecha y usarla para andar, a pesar de seguir con la fijación.

Al cumplirse los nueve meses del accidente, Juan Manuel tenía presente que estaba lejos de la meta, pero aseguraba que daba las gracias por cada día de vida y utilizaba cada uno de ellos para mejorar. Con las piernas cada vez más fuertes, seguía sus entrenamientos con un programa de recuperación de piernas de cinco días a la semana, centrado en la estabilidad del core y las piernas.

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Justo cuando se cumplía casi un año del accidente, Correa volvía al centro de rendimiento especializado para pilotos de los Alpes Franceses para seguir preparando su regreso. La F2, además, le invitó al GP de Bélgica para formar parte del homenaje a Hubert. 

El pasado septiembre entró a quirófano por 20ª vez para otra intervención importante en su recorrido y en octubre, volvía al hospital para desprenderse por fin del fijador externo de su pierna derecha, que le acompañó más de un año. Así lucía su pierna por fin libre:

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Tocaba volver a aprender a caminar. El mes pasado Correa volvía a andar en bici por primera vez desde su accidente y comenzaba a entrenarar sus reflejos.

Ayer el sueño se cumplía, tras una tarea titánica detrás: Correa volverá a pilotar un monoplaza el próximo 25 de febrero en los test de pretemporada en Jerez. Su primera carrera será en España a principios de mayo.