Mercedes se negó a suministrar motores en Australia, revela Horner

El papel de Mercedes fue clave en la decisión de la suspensión del Gran Premio de Australia. Eso trascendió inmediatamente después de que se anunciara que no se seguiría adelante con el evento. Sin embargo, ahora Christian Horner relata la cronología que llevó a esa decisión y anuncia que Mercedes se negó a suministrar motores a sus clientes.

"Tuvimos una reunión en el Crown Hotel con el director general de la Fórmula 1, Ross Brawn. Vino con el director de carrera de la FIA, Michael Masi. Ya que las autoridades permitían que el evento siguiera adelante, yo sugerí, como muchos de nosotros hicimos, que deberíamos rodar el viernes, como estaba planeado, y volver a estudiar la situación de forma regular", cuenta Horner en una columna en la web de Red Bull.

"Si la gente mostraba síntomas, entonces se les haría pruebas porque todo cambiaba con bastante rapidez. Si había más casos, tomaríamos la decisión sobre si continuar, pero al menos habríamos comenzado el evento", añade.

"Fue la decisión de McLaren retirarse, tenían derecho a hacerlo dadas las circunstancias, pero no hay nada en las reglas que indique que si un equipo se retira, los otros tienen que hacer lo mismo", apunta.

Horner justifica que no tenían motivos para parar el Gran Premio, dado que las autoridades no les habían aconsejado hacerlo y parecía seguro correr. No obstante, según cuenta, una llamada de Ross Brawn de madrugada lo cambió todo por completo.

"Dadas las guías que teníamos entonces y el hecho de que se estaban celebrando en Australia otros eventos deportivos ese fin de semana, presioné para que corriéramos porque sólo había un positivo que resultó en un voto dividido entre los equipos", expone.

"Ross llamó al presidente de la FIA, Jean Todt, que dijo que tendría en cuenta lo que pensara la mayoría, así que era cosa de Ross porque él tenía el voto final. Él dijo que estaba de acuerdo con mi sugerencia de hacer más test y de evaluar la situación en 24 horas, también quería seguir con el evento", apunta.

"Si el Gobierno y las autoridades médicas nos decían que era seguro que la carrera siguiera adelante, como equipo estábamos preparados para correr", recuerda.

"Pero después de que la reunión terminara, me llamó Ross sobre las tres de la mañana y me dijo que teníamos un pequeño problema porque Mercedes había cambiado su postura. Significaba que no suministraría motores a sus clientes. Eso cambió la situación y el resultado final. Eso dejó a la Fórmula 1 sin más opciones que cancelar el evento", expresa Horner para terminar.