Boullier, contra las cuerdas: "No voy a dimitir"

McLaren no puntúa desde Barcelona y el MCL33 no ha supuesto el salto cualitativo que la escudería esperaba con el cambio al motor Renault. El coche no tiene agarre suficiente en las curvas lentas y también sufre de exceso de drag en las rectas.

La falta de resultados pone contra las cuerdas a la dirección del proyecto, a la que en la última semana le ha salido un detractor inesperado: Martin Whitmarsh. 

Whitmarsh no compra el discurso de Zak Brown, que desde su llegada ha intentado tapar la crisis de resultados con la ilusión que generan retos como las 500 Millas de Indianápolis o un programa a tiempo completo en la IndyCar y el Mundial de Resistencia.

"Antes todo se basaba en ganar en Fórmula 1. Ahora miran a otras partes, como IndyCar o Le Mans, por ejemplo. Son grandes carreras, pero me hace temblar ver que McLaren vaya en esa dirección en vez de convertir los Grandes Premios en su única prioridad". 

"Necesitan cambiar de enfoque. Hay demasiada política entre sus líderes y creo que algunos tienen que irse. Se lo expliqué a Mansour. Son los accionistas los que tienen que tomar una decisión", dijo Whitmarsh en declaraciones al periódico Daily Mail.

Boullier tampoco escapa a las críticas, pues se le señala como responsable de la falta de competitividad del monoplaza.

"No voy a dimitir", ha dicho hoy en Paul Ricard. "Todos nos responsabilizamos del rendimiento del coche. Llevo 20 años en las carreras, he ganado carreras y campeonatos con todos los equipos que he gestionado, también en Fórmula 1".

"Estamos en un viaje. No estamos donde queremos estar, no estamos contentos donde estamos. Pero tenemos a Renault como nuevo motorista y tenemos a buena gente en el equipo. Simplemente tenemos que procurar identificar los problemas del coche y corregirlos. Sabemos dónde están los problemas del coche. Cuando crees en un concepto, tienes que desarrollarlo y estar seguro de acertar en la siguiente".

Whitmarsh también alertó de un hipotético malestar entre los trabajadores de Woking, que habrían perdido la confianza en sus responsables. Algunas informaciones también aseguran que el equipo ‘suaviza’ las horas extra con chocolatinas para sus empleados. Boullier lo niega.

"Han salido un par de historias divertidas de leer. Mucha gente nos ha escrito para decir que es una broma. Quizá haya un par de personas molestas, pero en toda organización tienes a personas que están de acuerdo o en desacuerdo. No sé cuál es su problema. Les hemos invitado a que vengan para entenderlo mejor".