Max Verstappen, el hombre del millón de euros

La cifra total a pagar es 963.800 euros, por 657.000 de Charles Leclerc, 650.900 de Sergio Pérez, 587.900 de Geeorge Russell, 528.000 de Carlos Sainz o los 514.400 de Lewis Hamilton. 

Siguen, Esteban Ocon con 203.600 euros, Fernando Alonso con 180. 500, Valtteri Bottas con 113.300, Kevin Magnussen con 62.900, Pierre Gasly con 58.700, Lance Stroll con 48.200, Yuki Tsunoda con 35.600, Guanyu Zhou con 23.000, Alex Albon con 18.800 y Nyck de Vries con 14.600. Mientras que los que no han corrido en Fórmula 1 este 2022, tienen un precio ‘promoción’: 10.400 euros.

Obviamente, esta cifra no la pagará Verstappen, sino que Red Bull se hará cargo de la misma. Si sumamos la de Pérez nos encontramos con algo más de 1.600.000 euros lo que debe pagar Red Bull por las superlicencias de sus pilotos, amén de la de su piloto reserva.  La mayor parte de pilotos también tiene la superlicencia pagada por sus equipos.

En el caso de Red Bull, si a ello se le suma los más de 6 millones euros que les costará la licencia de constructor está claro que los austríacos se gastarán casi 8 millones de euros sólo en licencias. Sin contar los 7 millones de euros de multa por no respeto del techo presupuestario en 2021.

Helmut Marko dijo en un evento de Red Bull que “no estaba al corriente de la cifra, pero creo que en los contratos de nuestros pilotos figura que debemos pagar la superlicencia. Lo que sí sé es que se han enviado a París un par de cheques de monto elevado”.

Vettel, por su parte, se mostró indignado por estas cifras que apunta son “absurdas”. “No creo que en ningún otro deporte se obligue a pagar tanto a los participantes. Cada año hay más carreras y por tanto hay más puntos en juego y el precio de las licencias sube. Pero a nadie parece importarle”, ha expresado el alemán.

Afortunadamente, el coste de las licencias no entra en el techo presupuestario porque significa casi el 5% de dicho techo para Red Bull, un 10% si sumamos la multa.