El motor de Leclerc no resultó dañado en Canadá y Ferrari espera volver a la normalidad en Barcelona

Ni Carlos Sainz ni Leclerc tuvieron su mejor día en Montreal. De hecho, quizás haya sido la peor actuación de Ferrari de toda la temporada, al no tener ninguno de sus dos coches en Q3. El SF-24 era casi un espejismo del rendimiento que había mostrado hasta el momento, sobre todo tras la victoria del monegasco en Mónaco.

No obstante, cabe destacar que los problemas en el motor de Leclerc fueron los que dieron lugar a gran parte de los problemas de la Scuderia este fin de semana. Un fallo que les hizo perder, según las estimaciones de Frédéric Vasseur, hasta 80 cabellos en 15 vueltas. Unos números abrumadores que dieron por sentenciada su carrera a pesar de los intentos de mejorar los tiempos.

El doble abandono pesa en las aspiraciones de los de Maranello por poner contra las cuerdas a Max Verstappen y Red Bull. No obstante, hay una parte 'positiva': el motor de Leclerc no está dañado aunque sufrió fallos de encendido, de acuerdo con Motorsport Italia. La Scuderia sí va a cambiar, por precaución, la centralita de la unidad de potencia del coche del monegasco. Pero esperan ya volver a la ansiada normalidad en Barcelona, que servirá como una especie de campo de pruebas en términos de rendimiento. 

No es una cita históricamente fácil para Ferrari. La larga recta y las curvas largas y rápidas puede hacer ver los defectos del SF-24, aunque de momento parece que las primeras simulaciones son alentadoras, pero queda trabajo de puesta a punto por hacer. 

Todo esto, a la espera de que el paquete de mejoras que se estrenó en Imola dé sus frutos de forma explícita, algo que todavía no ha pasado, a pesar de los indicios positivos que ha otorgado en las dos citas previas a Canadá. Todavía falta para que se llegue a los resultados, no obstante, esperados. 

¿Habrá novedades en España? Podría ser, pero Enrico Cardile quiere ser muy cauteloso. La premisa es colocar sólo las piezas que ya hayan sido comprobadas previamente para evitar ningún tipo de error. 

El objetivo no es otro que lograr volver a la posición en la que se encontraban hace apenas un par de carreras: muy cerca de Red Bull y a la par, quizás un poco por delante, de McLaren. El SF-24, en Montreal, llegó incluso a ser más lento que Mercedes, RB y Aston Martin a una vuelta y en seco. ¿Por qué? Tal vez por tener que levantar la parte inferior del asfalto, lo que les hizo perder más carga que sus competidores, puntualiza la misma fuente.