Marko revela el problema de Red Bull

Este problema es uno de los más temidos por todos los ingenieros, sobre todo ahora cuando no hay ‘test’ en pista. Los Libres 1 son lo más cercano a un test pero las simulaciones, ya sea en el túnel o en el simulador, son claves. Ferrari ha sufrido este problema en varias ocasiones y es un problema que no resulta sencillo de solucionar y puede requerir tiempo, mucho tiempo.

Helmut Marko ha señalado que en estos momentos los datos de pista y los que se obtienen en Milton Keynes no concuerdan, hay algunas discrepancias. Y ahí podrían residir las claves de las derrotas de los de Red Bull en Australia y Miami, reconfirmadas en Mónaco.

Si ello es cierto, los rivales han encontrado un filón donde atacar a los dominadores de la actual ‘era’ de efecto suelo y Max sabe que deberá sufrir en bastantes Grandes Premios.

Sin embargo, hay que coger con pinzas lo dicho por Marko. En Imola, el viernes los Red Bull parecían perdidos y el sábado resucitaron. Entonces dijeron que el trabajo nocturno en el simulador de Sébastien Buemi y Liam Lawson había sido clave para encontrar la solución a sus problemas.

"Comenzamos la temporada pensando que arrasaríamos de nuevo. Pero llegó la primera desilusión en Australia… pero el problema de fondo no son los circuitos sino el hecho de que la correlación entre el simulador y la pista no funciona", ha dicho Marko.

Quizás todo se debe a algún detalle simplemente. En Red Bull admiten que sufren cuando los pianos son agresivos. Es el precio de optimizar el ‘efecto suelo’, que requiere un coche cuya distancia al suelo no sólo sea mínima sino que se mantenga estable. Las suspensiones deben ser muy rígidas y quizás este sea el verdadero talón de Aquiles y no hayan encontrado la forma de reproducir el problema en el simulador.

"En el simulador, pasamos sobre los pianos sin problema, pero en la pista, como dice Max, el coche salta como un canguro. Este es el problema", añadió Marko.

Pero a buen seguro que los rivales han tomado nota y apretarán para aprovechar este posible resquicio. El pasado año estaban sorprendidos porque cualquier mejora que estrenaba Red Bull funcionaba de inmediato, cosa que no sucedía en los rivales. Es una ventaja nada desdeñable… que ahora parecen haber perdido.

En Mónaco sorprendió el viernes la llamada urgente a Adrian Newey. ‘El domador del viento’ señaló que no ha diseñado nada del RB20, al menos de forma directa, como si Horner ya estuviera preparando el cambio y Newey se hubiera limitado a tareas de consultor.

Pero tras Mónaco, las cosas pueden cambiar. Llegan circuitos permanentes –aunque Canadá no lo es– con bordillos más ‘amables’ y quizás el problema tenga menos influencia o queda neutralizado.