Toyota Yaris

Es habitual que restylings y actualizaciones se limiten a detalles estéticos en el exterior. Un cambio en el diseño del paragolpes, una nueva firma lumínica y el coche está listo para debutar como Model Year. Toyota, sin embargo, ha hecho algo muy distinto con la última puesta a punto del Yaris, que estrena cambios de calado que cambian su comportamiento y lo hacen aún más versátil.

La gran novedad del Yaris 2024 es una nueva motorización híbrida de 130 caballos de potencia que tan sólo se ofrece en los acabados GR Sport, GR Sport Plus y Premiere Edition. En el resto del modelo –Active, Style– se mantiene la motorización de 116 caballos que ya conocíamos. La principal diferencia entre ambas está en la aceleración: si el de 116 caballos tarda 9,7 segundos para pasar de 0 a 100, el de 130 caballos lo hace en 9,2 segundos.

Este medio segundo de diferencia hace del Toyota Yaris un coche más reactivo. Con 185 Newton metro de par en lugar de 145, las incorporaciones a vías rápidas son más sencillas y los adelantamientos más seguros. El motor de 130 caballos es, en otras palabras, la guinda del pastel a un coche que hasta ahora sólo se ofrecía con 116. La velocidad punta se mantiene inalterada en 175 kilómetros/hora y el coche se sitúa a velocidades de autopista con holgura, aunque la transmisión CVT sufre en aceleraciones bruscas y resulta más ruidosa que un cambio automático convencional

Toyota ha decidido vincular esta nueva opción de 130 caballos a sus acabados más deportivos –GR Sport, GR Sport Plus–, que de este modo justifican su condición de opciones más dinámicas –hasta ahora, sólo ofrecían mejoras estéticas sin ninguna implicación en el rendimiento––. Esto jugará en contra de aquellas personas que persigan el mejor equipamiento, porque la versión que a ellos les satisfaría, la Style, tan sólo se ofrece con 116 caballos. Por supuesto, siempre existe una edición de lanzamiento –Premiere Edition– que reúne lo mejor de los dos mundos y es también la opción más cara de toda la gama.

Desde el punto de vista del equipamiento, el factor diferencial en la Premiere Edition es la incorporación de un head-up display, que completa el panel de instrumentos digital de 12,3 pulgadas y la pantalla central de 10,5 pulgadas. Esto y el motor de 130 caballos sin la estética deportiva, que hace que el Yaris sea un coche atractivo para un público más amplio. Aun así, su precio –26.150 euros– implica que la calidad de los materiales interiores no está a la par con otros topes de gama de modelos de segmentos superiores.

Pese al incremento de potencia, el consumo del Toyota Yaris apenas cambia. Si el motor de 116 caballos homologa entre 3,8 y 4,9 litros a los 100 kilómetros, el de 130 caballos se sitúa entre 3,9 y 4,3 litros. El coche incluye un modo de conducción Eco que suaviza la entrega de potencia y ayuda a optimizar el consumo, que ya de por sí es bajo. Incluso en una conducción más dinámica y deportiva, para el que existe un modo Sport que endurece el tacto, el Yaris se sitúa en valores sorprendentemente bajos que rondan los 5,5 litros a los 100 kilómetros.

El motor de 130 caballos mejora objetivamente al Yaris en todos los escenarios de la conducción, lo cual lo convierte en la opción más lógica. El hecho de que apenas haya 500 euros de diferencia entre el acabado Style –116 caballos– y el GR Sport –130– lo hace sensato incluso desde el punto de vista económico. Ahora bien: aquellos que no quieran la estética deportiva y que quieran disfrutar igualmente de los 130 caballos tendrán que abonar 2.500 euros más que el Style y decantarse por el Premiere Edition, que se eleva hasta los 26.150 euros.