El Toyota Land Cruiser 70 sigue en producción… y apunta a montar mecánica híbrida

El Toyota Land Cruiser, o Prado como se le conoce a las variantes europeas, es uno de los todoterrenos más venerados de su categoría, gozando de una extensa historia. La generación que hoy nos ocupa, la J70, tomó la salida en 1984 como la última de las concebidas para el uso puro off—road, y ha sobrevivido desde entonces, pues cosecha gran éxito de ventas en mercados como el australiano. Es más, se han detenido los pedidos debido a la alta demanda, con una lista de espera que se extiende hasta 2024.

En 2022, esta variante recibió una importante puesta al día. En materia de seguridad incorpora ahora la ayuda al frenado de emergencia y airbags laterales de cortina. Y por lo que se refiere a modificaciones estructurales y mecánicas, se incrementó la rigidez del chasis para mejorar la respuesta ante impactos laterales y se actualizó la mecánica V8 turbodiésel de 4.5 litros —única opción en aquel país y que llevaba invariable desde 2007— para cumplir la normativa Euro5. No obstante, en otros países menos restrictivos con las emisiones, también se ha vendido con un V6 de gasolina, así como un seis cilindros Diesel, siempre unido todo a una caja de cambios manual de cinco relaciones.

No obstante, todo apunta a que próximamente este veterano adoptará una mecánica híbrida para continuar al pie del cañón, algo a que el vicepresidente de ventas de Toyota en Australia no ha negado, pues en declaraciones al portal 'Carsales' ha abogado por la huella de carbono neutral como futuro.

Lo interesante del asunto es que esta mecánica, según rumores, se tomaría prestada de la futura generación del Land Cruiser y consistiría en un motor de cuatro cilindros y 2.8 litros, Diesel, con algún tipo de electrificación con capacidad para entregar un par motor superior a los 500 Newton metro. Ello llevaría por primera vez a tener que ofrecer una caja de cambios automática en este Series 70.

En nuestro país, lo más probable es que este nuevo integrante de la familia Land Cruiser adopte también una mecánica de cuatro cilindros híbrida, pero prestada de su hermano, el RAV4.

Todo ello va en consonancia con la filosofía que ha arrastrado la marca nipona en estos últimos tiempos de apostar todo a lo eléctrico, en los que afirma que seguirá vendiendo vehículos a combustión mientras los coches a baterías no reduzcan sus problemas de autonomía, recarga y precios, y mientras siga habiendo demanda de este tipo de propulsión en mercados donde la electrificación no pueda ser generalizada. Aun y así, parece que los últimos movimientos en la cúpula de la marca han alcanzado una 'reconciliación' con la movilidad 100% eléctrica.