Surer y el coronavirus en España: "Se han cometido errores"

El punto de vista de Surer, de 68 años, es interesante porque da su versión como viajero, residente en el extranjero y porque también tiene la perspectiva de su país de origen.

El expiloto tiene claro que el gobierno de España esperó demasiado para tomar las medidas necesarias. Además, sostiene que se equivocaron al anunciar el toque de queda, pues varios españoles aprovecharon para ir a sus segundas residencias unos días, y así, según indica Surer, propagar el virus por todo el país.

"Todo comenzó en Madrid. Los españoles son como un club nocturno. El Gobierno esperó demasiado tiempo para tomar medidas. Pedro Sánchez no es un líder particularmente fuerte y cometió un gran error: anunció que habría un toque de queda. ¿Qué ha pasado? Todos los madrileños se fueron a sus casas de vacaciones, para disfrutar, y mientras tanto propagar el virus por todo el país y compraron todos ellos en nuestros supermercados", comenta Surer en una entrevista para el portal web alemán Speedweek.

"El anuncio del toque de queda fue muy torpe. Ahora están tomando medidas muy estrictas, pero el daño ya está hecho. Sánchez debería haber impuesto el toque de queda con efecto inmediato y antes", insiste Surer.

El expiloto reside cerca de Alicante y ve preocupante que se esté infectando tanto personal sanitario.

"El mayor problema en los hospitales de Alicante, cerca de donde vivo, es que mucho personal de los propios hospitales ha enfermado. Simplemente han reaccionado demasiado tarde. La hija de una amiga mía es enfermera, también enfermó de COVID-19, pero ahora está sana de nuevo y ha vuelto a trabajar. En general, esta pandemia se ha tomado con demasiada laxitud", añade.

Por último, explica el procedimiento que sigue nada más hacer sus compras en el supermercado más cercano. El expiloto lava todo con agua y jabón y además, no introduce sus zapatos en el domicilio, por miedo a haber pisado algún escupitajo de alguna persona infectada.

"Cuando voy de compras aquí, llego a casa y lo lavo todo con agua y jabón. No sé quién ha tocado lo que yo he comprado antes. Actualmente actúo como los japoneses: me quito los zapatos y los dejo fuera de casa. Si una persona infectada escupe en el suelo y paso por encima del escupitajo, me lo llevo conmigo", advierte Surer para cerrar.