Mercedes arrastrará el problema de Rosberg en el GP de China

Una de las claves de la victoria de Nico Rosberg en el pasado GP de Baréin fue la gran salida que realizó, suficiente para adelantar a su compañero y colocarse en una posición mucho más favorable a la hora de negociar la primera curva, y con ello, evitar el embudo que se formó en esa curva. Pero ello estuvo muy cerca de no producirse, ya que Rosberg en la prueba previa que realizaron en la vuelta de formación tuvo un problema en su monoplaza, que estuvo cerca de dejarle parado, algo que por suerte para él no sucedió.

Tras las investigaciones que se llevaron a cabo en la formación de Brackley han detectado que se trata de un problema en el controlador electrónico, que necesitará tiempo para poder estar completamente reparado, por lo que podría repetirse en las próximas carreras, como indicaba. "Creemos que el problema fue más que un problema de hardware, algo relacionado con los controladores electrónicos y que no puedes solventar de una carrera a otra, pero estamos trabajando para repararlo. El modo en el que usamos el embrague, que lo recalibramos, y obviamente el uso por parte de los pilotos, debe ser optimizado. Con la colaboración de Daimler estamos trabajando para optimizarlo, pero necesita un poco de tiempo, así que no sé cuándo tendremos resultados", revela en declaraciones a Auto Motor und Sport.