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La triste despedida de Manor de la Fórmula 1 tiene como consecuencia la venta de buena parte del equipamiento que la escudería empleó durante su permanencia en el Gran Circo. Incluido el túnel de viento utilizado por el equipo, que oficializó su adiós a la categoría a finales del mes de enero.

Pascal Wehrlein ve con buenos ojos la posibilidad de seguir su evolución en Fórmula 1. En este caso, le toca hacerlo en Sauber, de nuevo el equipo con menos recursos de la parrilla. El alemán no se sintió muy decepcionado por el resultado del baile de asientos en Mercedes tras la retirada de Nico Rosberg, pues fue uno de los dos candidatos junto a Valtteri Bottas. 

Las esperanzas de Manor de conseguir un rescate de última hora para regresar a la Fórmula 1 se han esfumado, pues el equipo ha retirado de forma oficial su inscripción al campeonato 2017 de Fórmula 1.

El inversor mexicano-estadounidense Tavo Hellmund (que ha llevado la F1 a ambos países) ha explicado que mientras planeó comprar Manor (por primera vez en 2015 y luego en 2016 de nuevo), estuvo negociando convertirse en el equipo B de Mercedes o McLaren-Honda, para conseguir motores baratos y pilotos jóvenes de la estructura de alguna de ambas marcas.

El camino que sigue la Fórmula 1 ha sido objeto de debate desde hace varios meses. La desaparición de Manor, que el mes pasado anunció su adiós como equipo, no hace sino alimentar la polémica. Así, esta temporada la parrilla quedará reducida a 20 monoplazas, y certifica una vez más la dureza de la categoría con los presupuestos más bajos. Para Giancarlo Minardi, exjefe de uno de los equipos históricos de la competición, esta situación demuestra que el sistema actual ha fallado y es necesario reconducir la situación.

Jordan King anunció recientemente su retorno a la GP2 con MP Motorsport, pero ese no fue su objetivo principal desde el primer momento. El piloto británico apuntaba hacia un salto a la Fórmula 1 con Manor, hasta que la compañía que gestionaba el equipo entró en administración y, posteriormente, anunciasen el cierre de la fábrica.

Zak Brown y Ross Brawn han hablado sobre la estandarización de piezas, o lo que es lo mismo, piezas cliente para equipos pequeños. Este sistema lo ha utilizado Haas en 2016 y funcionó. Más o menos. Los americanos no fueron un equipo de zona alta, pero sí lucharon en la media. Los altos costes de poner un F1 en pista a día de hoy son uno de los aspectos más debatidos y esta estandarización de piezas puede ser una medida para reducir la inversión de los equipos. 

Harto de la desigualdad existente en la Fórmula 1, el expiloto de Fórmula 1 Johnny Herbert confía en que los propietarios nuevos del deporte, Liberty Media, se enfrenten a los equipos grandes para cambiar el sistema de reparto de ingresos, que favorece a los fabricantes, en detrimento de las escuderías pequeñas, que según el británico, son el alma de la categoría reina.  

Graeme Lowdon, quien fue director ejecutivo de Manor, ha querido hablar sobre el fin de la escudería de Banbury en la Fórmula 1. El británico, quien fue director ejecutivo del equipo, confía en que puedan volver algún día: "Siempre hay esperanza", afirmó a Sky Sports.

Günther Steiner ha elogiado abiertamente la metodología de trabajo sobre la que se sustenta la participación del equipo Haas en la Fórmula 1, vinculada intensamente a Ferrari por medio de un acuerdo de colaboración con el que reciben su unidad de potencia, la caja de cambios, las instalaciones del túnel del viento y los componentes electrónicos del motor. Al contrario de los presagios negativos que entonaban algunas voces autorizadas del paddock, Steiner celebra que la filosofía alternativa emprendida por Haas le haya asentado como uno de los equipos más estables en la zona media de la tabla, un enclave donde esperan asentar su competitividad durante la próxima temporada 2017.

Niki Lauda ha afirmado que lo único que separó a Pascal Wehrlein del ascenso a Mercedes fue su inexperiencia. El piloto alemán debutó en la Fórmula 1 la temporada pasada en el equipo Manor e hizo un buen año, pues fue capaz de sumar un punto en el Gran Premio de Austria y llegó a la Q2 hasta en seis ocasiones.

Ayer finalizó el plazo de Manor para encontrar un inversor y, por ende, se dio por cerrado el capítulo de la escudería británica en la Fórmula 1. Sin embargo, las esperanzas del equipo con sede en Banbury aún podrían estar ligeramente vivas.

Este martes caducaba la última opción de salvar a Manor y garantizar su continuidad en la parrilla de Fórmula 1, sin embargo, no ha sido así. Existían pocas posibilidades de supervivencia, pero podía darse que apareciera un comprador en el último momento. Al no haber sido así, este proyecto echa lamentablemente el cierre.