Historias F1: Esteban Gutiérrez, Monisha Kaltenborn y el asiento que no existía

Sauber se encontraba en una situación crítica en 2014. Fue un año sin puntos para la estructura suiza, décimos de 11 equipos en el Mundial y sin ningún rumbo. Gutiérrez estaba en su segunda temporada con el equipo, esta vez con Adrian Sutil como compañero, pero el C34 fue un coche tan terrible que no les permitió luchar en casi ningún momento.

Visto el rendimiento del coche, en Sauber empezaban a temer a una posible desaparición y más visto que en Austin y Brasil ni los Marussia ni los Caterham tomaron la salida por problemas de presupuesto. La estructura suiza necesitaba patrocinadores para subsistir y en ello se basó su dupla para 2015, compuesta por Marcus Ericsson y Felipe Nasr, cuyos apoyos de Silanna y Banco do Brasil fueron realmente importantes para seguir adelante.

Cuando llegó a Austin a finales de octubre, Gutiérrez ya sabía que Sauber iba a apostar por esos dos pilotos para la próxima temporada y su andadura en el equipo había acabado. No obstante, revela que Kaltenborn, la jefa de equipo, ese fin de semana se reunió con él para expresarle su deseo de renovar con ellos para 2015. Es decir, le ofreció un asiento que ya no existía.

Según las palabras de Gutiérrez, se puede entender que Kaltenborn quería asegurar el apoyo económico de los patrocinadores del piloto mexicano antes de empezar dicha temporada, pero éste sabía que no había ningún sitio libre en el equipo y declinó negociar una renovación.

"Lo recuerdo bien. Para mí estaba claro, el equipo tenía otros objetivos, o Monisha tenía otros objetivos, que incluían la parte financiera. De cualquier forma, llegamos a Austin en 2014 y Monisha me llamó para charlar y me dijo que le gustaría hablar sobre nuestro contrato para el año siguiente, que estaba interesada en seguir conmigo. Lo quería hacer", ha explicado Gutiérrez en una entrevista con F1 Unlocked.

Cinco meses después, cuando empezó la temporada 2015 y Giedo van der Garde, reserva el año anterior, se presentó en Australia asegurando que tenía un contrato firmado para ser piloto de Sauber desde ese mismo fin de semana, Gutiérrez lo entendió todo. La estructura suiza llegó a tener tres pilotos oficiales en ese GP y sólo dos asientos, que eran para Ericsson y Nasr.

La semana siguiente, Sauber y Van der Garde llegaron a un acuerdo para rescindir su contrato, pero Oerlikon, el patrocinador que trajo consigo el piloto de Países Bajos, lució en el C35 en Albert Park. Aquel episodio protagonizado el equipo, con Kaltenborn y Van der Garde a la cabeza fue uno de los más surrealistas de los últimos tiempos y pudo serlo todavía más, pero Gutiérrez sí que era consciente de que ese asiento que le ofrecía la abogada india no existía.

"La miré y dije que cómo era capaz de ofrecerme un asiento para el año siguiente, cuando ya tenía firmados a cuatro pilotos. Me mira y me dice 'Esteban, eso no es cierto'. Yo sabía que los tenía, así que la conversación no fue a más porque sabía lo que estaba pasando. Íbamos a ir en una dirección que no iba a hacernos ningún bien y cuando lo vi con Giedo en 2015, dije 'vale, esto tiene sentido'", ha comentado Gutiérrez para concluir.

Además de Van der Garde, Ericsson y Nasr, cabe mencionar que Sutil también tenía un contrato en vigor para pilotar con Sauber en 2015, pero el alemán, tras una temporada 2014 muy dura, no estaba ya por la labor de seguir en Fórmula 1. De cualquier forma, arrancaron dicho año con cuatro pilotos con un contrato, y por las palabras de Gutiérrez, pudieron ser incluso cinco.