Arrivabene asegura que Vettel está ayudando a estabilizar a Ferrari
Es evidente. Le ha cambiado la cara. Solo había que ver la felicidad reflejada en su rostro al estar subido en el podio más especial del año, el de Monza, el de los 'tifosi'. Allí consiguió su primera e inolvidable victoria en la Fórmula 1 con Toro Rosso en 2008, y el domingo pasado una de las experiencias que jamás olvidará y que solo puede superar si algún día su sube un escalón más del cajón vistiendo los mismos colores de Ferrari. Sebastian Vettel es feliz.