Vettel sorprende a Mercedes y lleva de vuelta la gloria al box de Ferrari
Sepang, ese circuito que siempre nos depara alguna sorpresa. Pero, esta vez, no llegó caída del cielo en forma de agua, sino que la pudimos ver venir desde la pista poco a poco. Cada vez haciéndose más grande. Cada vez abriendo más nuestros ojos. Volvía a estar ahí, el mismo que no se bajó del trono de hierro durante cuatro años, pero ahora con otro colores. Con unos que permanecieron apagados durante un largo letargo, y que hoy han vuelto a despertar.