Ferrari celebra en Milán sus 90º años junto a miles de tifosi

Desde entradas las 16:00 CEST cientos –que luego se convertirían en varios miles– de aficionados italianes empezaban a abarrotar la famosa Piazza del Duomo en el corazón de Milán para celebrar junto con Ferrari sus 90 años de historia y con el GP de Italia su nonagésima edición de este fin de semana. Una fiesta que ha tenido su broche con la confirmación del nuevo acuerdo de Liberty Media y Monza hasta el final de 2024.

Un espectacular escenario teñido de rojo Scuderia se alzaba perpendicularmente al famoso Duomo en frente de la Galleria Vittorio Emanuele II donde hasta 10.000 tifosi se han concentrado en la previa del GP de Italia de F1 2019 en el evento organizado por Ferrari. El color rojo ha inundado el centro de Milán en vítores hacia los directivos, exdirectivos, pilotos y expilotos de la historia de la marca de Maranello.

Por el escenarios, ante la presencia de SoyMotor.com, han desfilado los actuales pilotos de Ferrari –Sebastian Vettel y Charles Leclerc– junto con los de Alfa Romeo –un Kimi Räikkönen especialmente aclamado para un potencial regreso a Ferrari y el piloto local, Antonio Giovinazzi, recibido con el cántico unánime de 'todos con Giovinazzi', en italiano–.

Junto a ellos, uno por uno han pasado y hablado con la multitud pilotos históricos de Ferrari como Mario Andretti, Alain Prost, Jean Alesi, Gerhard Berger, René Arnoux, Arturo Merzario, Eddie Irvine, Mika Salo, Luca Badoer, Ivan Capelli, Giancarlo Fisichella y Felipe Massa. Todos ellos, junto con la formación al completo de la Ferrari Drivers Academy, con Mick Schumacher, Giuliano Alesi, Calum Illot, Marcus Armstrong, Robert Shwartzman, Enzo Fittpaldi y Gianluca Petecof.

Dispuestos en diagonal sobre el escenario, además del omnipresente SF90 en la cabecera, han estado dispuestos cara al público en todo momento el F2002 con el que Michael Schumacher logró su quinta corona, tercera seguida en Ferrari, el 312 B3/74 de Clay Regazzoni, el 126 CK con el que Gilles Villeneuve logró en 1981 la primera victoria de la era turbo para Ferrari y el 312 F1 con el que Chris Amon compitió en 1976.

Varios de los pilotos han subido a éstos –como el Ferrari 488 GTE número 51, ganador de las 24 Horas de Le Mans de 2019– y otros coches de calle de Ferrari y Alfa Romeo para deleitar al público con las revoluciones de sus motores en una pista improvisada que constaba de una alfombra roja al pie del escenario entre dos vallas abarrotadas de aficionados de todas las edades.