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Desde que el GP de Malasia empezó a asomar por el horizonte no paramos de escuchar los avisos de todos: hay que tener cuidado con las temperaturas tan altas, la humedad tan elevada… y los cambios drásticos de la meteorología. Pero, después de tantos años pasando ante nuestras pantallas, ya sabíamos cómo se las gasta Sepang. Y, para aquellos que no lo sabían o no se acordaban, hoy han vuelto a tener una buena muestra de cómo llueve cuando lo hace en el país malayo.

¿Pero cuántos coches van a quedar para la carrera? Esa es la pregunta que se hicieron todos los que aún veían con legañas el despropósito que hubo en Australia incluso antes de que se apagara el semáforo. 

Había ganas, muchas, de ver el primer fuego real de la temporada. Hasta ahora, durante los test y el día de ayer, podíamos pronosticar por dónde andaba cada coche, cada piloto, pero ya se puede cambiar de verbo y pasar a confirmar. La primera y más obvia conclusión, ya la sabíamos desde que se calzaron los primeros neumáticos del año el mes pasado, solo un equipo iba a aspirar a las cosas más importantes en las primeras carreras: Mercedes.

Fernando Alonso ha dado un golpe sobre la mesa en los primeros entrenamientos libres del GP de Singapur. El bicampeón español ha exprimido su F14-T y, ha media hora del final de la sesión, ha marcado el mejor tiempo de los Libres 1, por delante de los dos Mercedes y los dos Red Bull.

Nada ha cambiado en la Fórmula 1. Las vacaciones de verano ya son historia, pero los Libres 1 del Gran Premio de Bélgica no han sido testigos de ninguna sorpresa mayúscula que sugiera que el guión de esta segunda mitad de Mundial será distinto al de la primera.

En la Fórmula 1 siempre se dice, y con razón, que lo importante se juega los domingos, cuando se reparten los puntos, pero, quizás, este campeonato no se decida tanto por lo que ocurre en las carreras, sino por lo que pase los sábados. Al menos va camino de ello… Y es que la desgracia de unos es la alegría de otros, y últimamente ese reparto de papeles en Mercedes está más que definido.  

Lewis Hamilton ha dado una pequeña alegría a sus fans en el circuito de Silverstone al liderar la segunda sesión de entrenamientos libres con un tiempo de 1.34.508, a pesar de los problemas con la presión del aceite que el británico ha sufrido en su W05 durante esta sesión y que le han obligado a abandonar tras 14 vueltas.

Mercedes golpea primero en el feudo de Red Bull, en Austria, donde Nico Rosberg y Lewis Hamilton han confirmado el potencial del W05 Hybrid con un doblete en los entrenamientos libres matutinos del viernes.

El sábado de Mónaco es el más impredecible de la temporada. Los pilotos no se guardan nada, exprimen al máximo la mecánica de sus coches y el talento que tienen en sus manos para acercarse lo más posible a los quitamiedos porque saben que la clasificación lo decide prácticamente todo. Por eso, es norma que tengamos algunas sorpresas en la lucha por la pole, pero los Mercedes están empeñados en quitarnos la ilusión, nos chafan todas.

Apenas se puede sacar alguna conclusión de lo poco que ha ocurrido en los segundos entrenamientos libres. Una granizada caída minutos antes de que comenzará a contar el tiempo ha dejado la pista empapada e impracticable y cualquiera se atreve a salir con esas condiciones y con la poca adherencia que tienen los coches este año... Bottas lo intentó, pero se volvió a resguardar en boxes tan pronto como pudo.  

Sin apenas tiempo para reposar del espectáculo que nos depararon el domingo, los equipos han vuelto a ponerse el mono de trabajo en Baréin para afrontar el primero de los test que habrá durante la temporada. Así, se abre una carrera contrarreloj para acortar distancias con Mercedes. Se vuelven a desempolvar los sensores y las parafernalias aerodinámicas para probar diferentes novedades en busca de esas décimas que te acerquen a la cabeza.

Aunque solo fueron los primeros pasos, hace apenas un mes pudimos comprobar en Baréin cómo de brillantes eran las estrellas de Mercedes. Con uno de sus coches, ya fuera oficial o cliente, cada día al frente de los tiempos invernales. Hoy, en el mismo escenario, envueltos en la magia de la noche del desierto y cuando había que dar la cara de verdad, los motores alemanes se han vuelto a lucir copando casi todas las posiciones de privilegio de la parrilla.

El Sol se fue y se encendieron las luces. Preciosa estampa la que veremos durante todo el fin de semana en Baréin con los focos alumbrando el circuito, como una bombilla en medio del desierto. Y como no podía ser de otra manera, lo que más brilla por la noche son las estrellas, las celestes en el cielo y las alemanas en el asfalto. Porque sí, de nuevo los Mercedes han monopolizado la tabla de tiempos.

Empieza la actividad en Baréin y el sol se abre paso tras días de extraña meteorología adversa, como si fuera una señal de que se empieza a ver la luz. Eso es lo que parece que pasa en Grenoble mientras los monoplazas ruedan. Llegan noticias alentadoras de la salud de Schumacher, quien está muy presente en esta pista de Sakhir porque la primera curva lleva su nombre. Eso es lo más positivo y lo más destacable de un mañana tranquila en medio del desierto.

El Mercedes es una bestia, lo teníamos claro antes y lo sabemos a ciencia cierta ahora después de que Nico Rosberg se encargara de demostrarlo. El alemán se puso líder nada más apagarse el semáforo y luego no se le volvió a ver. Era el Vettel de 2013 pero con otros colores y eso ha hecho que el estreno del Mundial 2014 nos haya dejado con los brazos a medio levantar, porque esperábamos más emoción. Y eso que el comienzo de la carrera prometía hacernos levantar de la silla cada cinco minutos.