Rosberg gana el duelo a Hamilton y Ricciardo vence al resto del mundo

Y los dos mejores puestos estaban reservados para las flechas de plata. Solo quedaba saber quién de los dos, si Hamilton o Rosberg, iba a comandar la fila de coches. Las apuestas y la lógica dirían que la pole sería para el británico, que normalmente ha sido más rápido en el cara a cara con su compañero alemán, pero Nico no entiende de pronósticos. Le avisó en la Q2 y luego superó a Lewis por un cómodo margen de tres décimas. Mañana, el campeón del 2008 buscará resarcirse en una carrera en la que los dos se jugarán la victoria.

Dejando a los Mercedes en su burbuja de superioridad, que en Sakhir es más grande y pomposa, aparecen los monoplazas con los que comparte motor. Pero entre ellos se ha colado una dulce y a la vez amarga excepción. Porque la tercera plaza que ha ganado Ricciardo con su talento y un rombo francés en su interior, le será cruelmente arrebatada por una sanción a todas luces injusta por su accidentado pit stop de Malasia, aquel por el que ya recibió suficiente castigo en su momento.

Así las cosas, el australiano bajará hasta una pobre decimotercera plaza en la parrilla desde la que intentará dar la machada mañana con su sonrisa perenne, aquella que no le borran ni las desgracias. Con su penalización, entre los diez primeros solo se habla alemán. Siete coches con corazón de estrella, casi toda la colección, solo ha faltado el que menos se esperaba, Hulkenberg. El alemán y su Force India estaban siendo la mejor combinación de los motorizados de Mercedes, pero hoy han encallado en la Q2 de forma inesperada.

Igual de poco predecible era la plaza de salida que ocupará Alonso. Sabíamos que iba a sufrir con su Ferrari, pero no tanto. Ciertos problemas de potencia con su F14-T le han dejado sumido en la décima posición, que será novena por la caída de Ricciardo. Era evidente que algo le pasaba cuando veíamos como Räikkönen, más lento que Fernando aquí, se metía sexto (quinto real) con medio segundo de separación entre ellos. El objetivo del español sigue siendo el mismo, minimizar daños, lo que cambia es la cuesta tan empinada que tendrá que salvar mañana.

Alonso no estará solo en su escalada, tendrá justamente tras él a otro al que su coche le ha impedido dar el máximo. A la caja de cambios de su Red Bull le costaba reducir marchas y Vettel no pudo exprimir el RB10 para entrar en la Q3. Descalabro del alemán, que siempre era un fijo en el top ten pero que empieza a acostumbrarse a vivirlo desde el garaje. En Australia también se quedó en la Q2, cosas de la nueva era…

Detrás de Kvyat, último beneficiado por la sanción de Ricciardo y primer Toro Rosso, y del propio australiano llega el pelotón de los rezagados con los Sauber y los Lotus librando su particular lucha, ésa que Sutil y Grosjean se encargaron de mostrar. El francés venía con cronos verdes en su vuelta buena en la Q1 y el alemán puso tanto empeño en molestarle que a punto estuvieron de tocarse. Para su suerte no pasó nada. Cuando si queremos que pase algo será mañana, porque una tercera carrera de bostezo fácil sería difícil de digerir.

ÚLTIMA HORA: @SutilAdrian, sancionado por su incidente con Grosjean. El de Sauber pierde 5 posiciones y 2 puntos de carné. #F1

— LaF1es (@LaF1es) April 5, 2014