Cristóbal Rosaleny te lleva a Mónaco 1982 en Vamos sobre Ruedas

El programa, presentado por Antonio Lobato, completo se podrá visualizar en cualquier momento repetido bajo demanda en la web de Movistar+, aunque de cualquier forma os dejamos a continuación un pequeño resumen de su contenido.

Quedan dos vueltas para el final. Nuestro túnel nos ha traído hoy a Mónaco, en 1982. Alain Prost lideraba la carrera bajo una suave pero traicionera lluvia. Chicane del Puerto, gas y… trompo, guardarraíl y final de carrera, afortunadamente sin heridas. La Fórmula 1 todavía lloraba a Gilles Villeneuve, que voló por última vez en Zolder apenas 15 días antes. Pero la competición siempre sigue adelante, así que Riccardo Patrese es el nuevo líder en Montecarlo. Lástima que unas curvas más tarde, en Loews, se marcase un trompo que le dejó en medio de la pista y con el motor calado. Pironi y su Ferrari pasaron a la cabeza.

Habría sido tremendo que un Ferrari ganase esta carrera, pero tampoco iba a ser posible: primero dejó que se desdoblara Daly, y luego se empezó a notar claramente que el motor de Pironi no iba bien. ¿Sería un fallo eléctrico porque le había entrado agua tras dañar el frontal en las primeras fases de la carrera? Bueno, más bien se había quedado sin gasolina. El caso es que le iba a superar el Alfa Romeo de Andrea de Cesaris y el italiano iba a ganar… ¡pero no! Ni siquiera alcanzó al coche parado de Pironi… también se quedó parado en la bajada de Mirabeau sin una gota de combustible. Recordemos que estamos en la última vuelta y en los últimos cinco kilómetros de carrera hemos tenido ya ¡casi cuatro líderes! El siguiente habría sido Derek Daly con su Williams, ¡pero tampoco! El coche iba tocado de un golpe anterior, la caja de cambios se le quedó sin aceite y no hubo manera de engranar una marcha en la Rascasse, ¡a 300 metros de la meta!

El desconcierto era total cuando apareció por detrás Riccardo Patrese. ¿Pero no había calado y los comisarios le habían empujado? Sí. Y un piloto empujado por los comisarios no estaba descalificado. Si hubiera arrancado el motor entonces sin duda. Pero en realidad los comisarios no tenían alternativa sino empujar a Patrese para quitarlo de una zona peligrosa, en medio de la pista. Lo dejaron en una escapatoria con pendiente… y el resto pasó solo! Patrese engranó una marcha y su Brabham cobró vida de nuevo. Resultado… ¡victoria! La primera del paduano y una de las más bizarras en la historia de la F1.