Carlos Sainz, un paso para atrás con la intención de coger impulso a medio plazo

Los del Cavallino, en esa desesperada búsqueda, han decidido abrir la puerta a Lewis Hamilton en busca de ese milagro que hace tiempo andan buscando y no han dudado en sacrificar a un piloto fiel, trabajador, valor fijo. Hombre de equipo y, es importante reconocerlo, con madera de campeón.

La prensa italiana estaba por la confirmación de Carlos, lo apoyaba. No es tan mediático como Charles Leclerc, pero en pista no va a la zaga del monegasco. Sin embargo, el nombre de Lewis Hamilton pudo conquistar el corazón de John Elkann y contra los designios del corazón no hay razones que valgan.

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Red Bull cerró la puerta a su antiguo pupilo… demasiado cercano a Max Verstappen. Christian Horner y Helmut Marko no quisieron tener una batalla interna en el marco del equipo, cosa que sí ha aceptado Frédéric Vasseur o ha impuesto Elkann.

Por esa misma razón, el corazón, Toto Wolff prefiere jugar la carta de riesgo de Andrea Kimi Antonelli a la de Carlos. También es cierto que la llegada del español podría haber abierto una batalla con George Russell que Toto no quería bajo ningún concepto tras la experiencia Hamilton-Rosberg.

Con McLaren encantada con su dúo y con contrato, y Aston Martin decidida por Fernando Alonso y un Lance Stroll dispuesto a seguir… Carlos sabía que tendría que contentarse.

Al final, sus opciones se reducían a dos, una vez descartados RB –la filial de Red Bull–, Haas y Alpine. El futuro equipo Audi, con un año de transición en Sauber, y Williams.

Y se ha decidido contra pronóstico –al menos inicial– por el segundo. Una apuesta difícil, complicada, que requerirá tiempo de resignación y paciencia. Pero seguro que Sainz, bien asesorado por su padre, entre otros, habrá elegido con la razón, no con la pasión.

Hay un detalle importante. Carlos ha sabido convertir cada puerta de salida en una oportunidad. Cuando Red Bull decidió subir a Max al primer equipo y cerrarle la puerta, prefiriendo mantener a Daniel Ricciardo, supo saltar a Renault y los franceses subieron de octavo a cuarto. Cara a 2019, los de Enstone apostaron por la eterna sonrisa de Daniel Ricciardo… y se fue a McLaren y el equipo pasó de sexto, ya sin el motor Honda, a cuarto en 2018 y 2019, para ser tercero en 2020. Pero nuevamente Ricciardo ‘cameló’ a los jefes… y tuvo que buscar nuevo acomodo: Ferrari.

Cada puerta de salida le ha abierto una de entrada mejor al madrileño. Ahora no parece que este sea el caso, pero seguro que el equipo, con Carlos, mejorará. Los resultados no serán tan brillantes como los de Ferrari, al menos a corto plazo, posiblemente no a medio.

Sainz da un paso atrás, pero no quiere que sea tomado como un fracaso, sino como el inicio de una nueva oportunidad. Ir atrás para coger más carrerilla y superar el obstáculo.