Aviso a los pilotos: sus asientos son eyectables

En 2024, tres pilotos perdieron el volante en plena temporada: Daniel Ricciardo, Logan Sargeant y Esteban Ocon, aunque en este último caso mediaron otros factores para que Alpine lo descabalgase para la última carrera. Incluso pudieron ser cuatro si finalmente Red Bull no hubiera mantenido a Sergio Pérez hasta el final. En 2023 fue Nyck de Vries el único cesado sobre la marcha.

Helmut Marko ya ha señalado dónde está el listón para Liam Lawson y que no intente ganar a Max “porque todos los que lo han intentado han acabado mal”. Flavio Briatore ha sido más claro aún: "si un piloto no da los resultados esperados, ‘vai via’", es decir será despedido. En otras palabras, los asientos son eyectables.

Todos han visto en ello una amenaza para Jack Doohan para quien, llegado el caso, Flavio tendrá recambio: podría ser Paul Aron, el piloto reserva, aunque también podría volverse hacia Franco Colapinto. Es más, se rumoreó que el debut precipitado en Abu Dhabi era un examen para el australiano… y no todos están seguros si lo aprobó o fue uno de estos casos que con un 4,5 te aprobaban. Es más, se dice que Doohan tendrá los seis primeros GP para demostrar que merece el volante.

En realidad, el listón de lo que se espera de ellos lo marcará su compañero de equipo, porque en buena parte los resultados dependen del coche y es el compañero quien ajusta el listón a la realidad.

La lista de pilotos descabalgados a mitad de temporada es larga, muy larga. Ya lo dijimos en 2019, pero en 2020, 2021 y 2022 no hubo cambios, sólo alguna sustitución por lesión o por tener covid-19.

Si esto fuera una serie, en 2025 tendríamos cinco pilotos ‘cesados’ sin acabar la temporada: uno en 2022, tres en 2023, cinco en el 25. Posiblemente esto no sucederá, no se llegará a tanto. Pero a nadie extrañaría que hubiera uno o dos pilotos que perdieran su asiento.

Los equipos necesitan resultados, Si pueden luchar por el título de pilotos, mejor. Pero hay que buscar el dinero de Constructores. Es algo a lo que no se puede renunciar. Porque de ese dinero depende el cuadrar el presupuesto y en más de un caso acabar con beneficios el año. 

Los beneficios de imagen son siempre importantes, pero si además los hay financieros, ¡todavía mejor!

En todos los deportes, excepto en el motor, las plantillas no se ciñen a los que saltan al campo. Hay reservas y hay rotación, La titularidad te la ganas. Quien no rinde, al banquillo.

¿Lo veremos en Fórmula 1? No es fácil. Pilotar un F1 es complicado, mucho más que un F2. El salto es brutal y quizás ello haga que promocionar jóvenes valores durante el año no sea sencillo. Incluso puede ser arriesgado financieramente. El caso de Franco Colapinto está ahí: los resultados fueron mejores con Sargent, pero la factura de chapa y pintura fue creciendo.