Audetto recuerda a Lauda tras Nürburgring: "Era como un fantasma"

Lauda sobrevivió al fuerte accidente que sufrió en agosto de 1976 en la pista alemana de Nürburgring. Audetto había sustituido a Luca de Montezemolo como jefe de equipo ese año y a él le encargaron que buscara a un piloto para reemplezar a Niki: el seleccionado para compartir asiento con Clay Regazzoni fue Carlos Reutemann.

Sólo un mes después, Niki ya había salido del hospital y estaba dispuesto a subirse al Ferrari en Fiorano para preparse para el Gran Premio de Italia de ese mismo año, que se disputó el 12 de septiembre. Audetto ha relatado cómo vio a Lauda el día que llegó a Fiorano para volver a subirse a un monoplaza.

"Cuando llegó, esa es una visión que nunca en la vida voy a olvidar: Niki llegó a Fiorano con su avión, que aparentemente pilotó él mismo para venir a Bolonia. Estaba tan pálido, lleno de cicatrices, perdió el pelo, no podía cerrar los ojos... Era como un fantasma. Estaba muy tranquilo, muy frío, muy decidido. Fue a la oficina de Fiorano a por el mono, volvió con él y le quedaba muy grande porque perdió diez kilos", ha compartido Audetto en el podcast oficial de la F1, Beyond The Grid.

Las primeras vueltas de Lauda al volante del Ferrari fueron lentas, pero continuó rodando y Enzo Ferrari estaba convencido de que su piloto estaba listo para volver a competir una semana después en Monza.

"Si ves a Niki... no te lo creerías. Si vieras su cara, su piel, pero Enzo Ferrari dijo 'Preparamos un tercer coche: Reutemann, Regazzoni y Niki Lauda'", ha continuado Audetto.

42 días después de su fuerte accidente en Nürburgring, volvió a competir en un Gran Premio y lo hizo en Monza, la 'casa' de Ferrari. Audetto todavía sigue sin creerse la fortaleza del piloto austriaco, su actitud y su determinación. No sólo compitió, sino que cruzó la línea de meta en la cuarta posición en una de las mayores hazañas del automovilismo.

"Era algo que había que vivir en ese momento para comprender lo bueno, lo decidido y lo fuerte que era Niki Lauda. No sólo era un campeón, por supuesto que ganó tres campeonatos del mundo, sino un hombre increíble. Controlaba dentro de él no sólo la emoción, también la fuerza porque te lo puedes imaginar: 40 días antes lo había visto en el helicóptero y había pensado: 'Nunca más te veré vivo'", ha añadido.

"¿Estaba corriendo en Monza y terminando cuarto? Eso es increíble. Todos estos momentos no podré olvidarlos ni en ésta ni en otra vida", ha apuntado Daniele para cerrar.