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La temporada 2020 se presenta como la última de un ciclo, de los coches tal y como los conocemos ahora y un año previo a otra gran revolución normativa, con la introducción de los nuevos monoplazas para 2021 y todo el conjunto de cambios que vendrán asociados a ellos. Un año, este 2020, marcado por una gran continuidad normativa. Pocas cosas han cambiado en comparación con lo que conocíamos hasta ahora, los coches son evoluciones de lo que fueron, los neumáticos siguen siendo los mismos y los pilotos, en una gran mayoría, siguen en sus respectivos equipos. Poco espacio para posibles cambios y sorpresas, una gran continuidad presente, pero un nuevo conjunto de oportunidades para todos, para corregir aquello que no hicieron bien o mejorar y consolidar su posición. 

La segunda jornada de pruebas de esta pretemporada ha estado destinada a buscar las prestaciones máximas al monoplaza. Un día que no arrancó bien por la lluvia caída a lo largo de la noche y que dejó la pista mojada durante las dos primeras horas, hasta que fue mejorando y permitió buscar los tiempos más rápidos. La tarde fue para la carrera, con varias simulaciones completas y muchas vueltas para todos, menos para Mercedes, que se quedó en los primeros minutos.

La primera jornada de pruebas de esta segunda semana de pretemporada ha estado destinada a la configuración y optimización de los monoplazas, tras todo lo descubierto en la primera semana. Una jornada llena de trabajo cualitativo, de tandas no muy largas y abundantes cambios en boxes, que prepara el terreno para los dos últimos días de la pretemporada, en los que se trabajará en las esperadas simulaciones de clasificación y carrera.

De nuevo el año en la Fórmula 1 da comienzo en el circuito de Montmeló y esta vez parece que muestra muy pocos cambios, ya que ni la FIA ni Pirelli han provocado a los equipos para adaptarse a reglamentos nuevos o comportamientos diferentes de las gomas. De esta manera, las escuderías saben perfectamente lo que ocurrió en 2019 y han trabajado este invierno para poder crecer al máximo y solucionar los problemas de una temporada en la que Mercedes dominó de principio a fin, con un piloto destacando por encima del resto, Lewis Hamilton. Este año puede ser la temporada en la que iguale a Michael Schumacher como piloto con más títulos mundiales de Fórmula 1, por lo que llega con mucha ilusión y ganas.

La primera jornada de pruebas de la pretemporada ha mostrado una buena situación inicial, marcada por una elevada y sólida fiabilidad, que ha permitido dar muchas vueltas a los equipos y sacar adelante los programas sin contratiempos. Mercedes y Red Bull estuvieron cerca de completar la distancia de tres Grandes Premios; McLaren ya hizo su primera simulación de carrera.

Ayer McLaren presentó su arma para este temporada. El coche que llevarán Carlos Sainz y Lando Norris y que, como la mayoría, mantiene una línea continuista con el año pasado, pero que puede apreciarse una clara evolución en los detalles.

¡¡Ya está aquí el Ferrari SF1000!! Uno de los coches más esperados de la parrilla, que debe aspirar a vencer a Mercedes y, de verdad sin excusas, luchar desde el minuto cero por el Mundial de Fórmula 1.

En Brasil veíamos que iba a ver una carrera con diferentes opciones estratégicas y que iban a jugar una gran importancia en la prueba y así fue. Las mayores temperaturas en la pista provocaron que los neumáticos se degradaran con mayor facilidad y la mayoría de los equipos optaron por hacer dos paradas con dos tandas con el neumático blando y sin casi ver el uso del duro, ya que su rendimiento era muy pobre. Pero lo más importante en esta carrera llegó tras el abandono de Valtteri Bottas en la vuelta 53, que provocó el primer coche de seguridad y con ello redujo las diferencias entre los pilotos. Max Verstappen decidió entrar en boxes y poner un blando para la parte final, mientras que Hamilton buscó mantenerse en pista con la goma media, lo que le dejó sin opciones de victoria, tras haber estado peleando con el piloto de Red Bull durante toda la carrera, separados por dos segundos. Después del coche de seguridad, los Ferrari se juntaron, se tocaron y abandonaron los dos, tras ver que Sebastian Vettel no podía superar a Alex Albon. Con todos estos incidentes, Verstappen se hizo con la victoria, Pierre Gasly fue segundo, tras aprovechar un toque entre Albon y Lewis Hamilton y Carlos Sainz completó una gran carrera que en la que logró su primer podio en Fórmula 1 tras salir desde la última posición y completar la carrera con una parada.

Verstappen fue el gran protagonista en la clasificación de Interlagos al ser capaz de llevar a su Red Bull a la primera plaza, gracias a una velocidad implacable en el sector central y a su velocidad a final de recta. Ferrari acabó con Vettel en segunda plaza, a una décima de segundo y Mercedes dejó a Hamilton en el tercer lugar. Carlos Sainz tuvo problemas en su primera vuelta de Q1 y no pudo completar vuelta, lo que le llevará a salir desde el final de la parrilla.

Hamilton y Mercedes consiguieron una más que merecida victoria en el trazado azteca de los Hermanos Rodríguez gracias a una brillante estrategia, una más que óptima ejecución estratégica de la carrera y proactividad en el momento adecuado. Ferrari se quedó sólo con la segunda plaza de Vettel como mejor resultado, la tercera vez consecutiva que no son capaces de aprovechar una primera línea y Bottas completó el podio.

La carrera del GP de Italia supone el comienzo y el final de un tiempo en Ferrari, con la victoria de Charles Leclerc y el sinfín de despropósitos de Vettel. Una carrera que deja a Mercedes cada vez más al frente y que a punto estuvo de otorgarles una victoria en un escenario en el que no estaban llamados a ser ganadores. Renault ofreció su mejor versión de todo el año y consiguió un resultado más propio del año pasado que del problemático 2019, mientras que Red Bull vuelve a mostrar que no es de los trazados de velocidad en los que consiguen los mejores resultados.

Los Ferrari dominaron durante todo el fin de semana a una sola vuelta, pero durante los Libres 2 se notaron indicios del buen trato que tenían los Mercedes con los neumáticos y eso se vio reflejado durante la carrera. Por parte de los pilotos de los Ferrari, se veía a Charles Leclerc con más velocidad que Sebastian Vettel a lo largo del Gran Premio y se demostró de nuevo el domingo, al conseguir ser superior en el ritmo de carrera, cuando le superó en pista y ganó la prueba, mientras Sebastian trabajaba para facilitar la victoria a su compañero de equipo.

El circuito de Paul Ricard se trata de un trazado perfecto para hacer test por las amplias escapatorias y las múltiples variables que tiene, pues ofrece diferentes tipos de circuito a lo largo de su vuelta, parecido a lo que podemos ver en Montmeló, aunque quizás este trazado carece de curvas importantes de alta carga como las de nuestro circuito catalán. Por estas características, este fin de semana se quedaron retratados los equipos y se ve de mejor manera la dinámica que vamos a tener esta temporada.

Una carrera más que nos lleva al Gran Premio de España, quinta ronda del Mundial de Fórmula 1 de 2019, con un nuevo doblete para los Mercedes, pero con cambios importantes de posición en la primera vuelta. Hamilton consiguió superar a su compañero de equipo en la salida, mientras que Sebastian Vettel, desde la tercera posición, intentó adelantar por el exterior de la Curva 1 a los Mercedes, pasándose de frenada y perdiendo la tercera posición en la Curva 3 con Max Verstappen al llegar con menor velocidad que el piloto holandés.

Mercedes ha dado el primer golpe al Gran Premio de España tras ser el más rápido en los entrenamientos, gracias a su velocidad en el tercer tramo. Ferrari ha sufrido un poco más en las curvas lentas, pero la velocidad a final de recta le permite estar por delante de Red Bull. Haas lidera la zona media, en la que destaca una gran igualdad, apenas dos décimas separan cinco coches.