La semana que vivimos 'peligrosamente': volar por los aires

Además la salida de Bernie Ecclestone, tantos años al mando, añade un punto fundamental a todo lo anterior. Es por ello que Anthony confesó: "Es una gran pérdida, le voy a echar mucho de menos. Todavía no me creo que pueda ser real". Seguidamente añadió respecto a la importancia de este asunto: "Él es la F1. No estoy seguro de lo que pueda pasar. Necesitamos tener grandes pilotos y no sólo algunos con mucho presupuesto, porque, si siguen esa ruta, la Fórmula 1 se desintegra en cinco años". Lógicamente la decisión de Rosberg de poner punto final a su carrera, más la llegada de Valtteri Bottas en su lugar, incide directamente en qué su hijo tenga un panorama renovado por delante, ya que "enfrentarse a él puede ser un movimiento que acabe con tu carrera”. Dado que ve a Lewis cada vez más fuerte, con mayor madurez, el senior opinaba sin dudarlo, que será un candidato rocoso nuevamente. Con este amor de padre, más el bólido que pilotará el junior, nada que objetar, sólo esperar y ver.

Si lo anterior tiene cierta lógica, luego llegó Juan Pablo Montoya con sus características declaraciones, un tanto contradictorias, pues de entrada dijo: "Los pilotos europeos son flojos mentalmente. Puedes meterte en su cabeza con relativa facilidad". Sin embargo admitió haber aprendido mucho de su compañero de entonces Ralf Schumacher. Respecto al hermano de este, heptacampeón del mundo para ser más preciso, explicó: "Michael era uno de los tipos más fuertes". Desconocía las habilidades de Montoya sobre temas mentales, aunque parece que no obtuvo de ellas lo que cabía esperarse de tal don. Será, imagino, porque luego admitió que "todos tenemos nuestras debilidades, simplemente hay que descubrir cuáles son". Finalmente destacó a Fernando Alonso y Sebastian Vettel, como capaces de sobreponerse a las adversidades, aunque no tanto a Hamilton: "Lewis hace un buen trabajo pero está en el mejor coche". En resumen, gran monoplaza, asunto resuelto.

No hace falta decir, que la llegada del equipo Haas a la F1 la pasada temporada, comentó una posibilidad que aunque explorada teóricamente por algunos, nadie antes se había atrevido a llevarla a la práctica. "La idea inicial era hacerlo todo nosotros mismos. Íbamos a ser un constructor tradicional, con nuestro propio chasis, suspensión, componentes, y aerodinámica", explicó el dueño de la escudería, Gene Haas. Luego ante la complejidad de la tarea que tenían por delante lo repensaron, poniendo el foco en Ferrari y Dallara. Dado que los resultados no tardaron en llegar en forma de puntos, la satisfacción es notoria en opinión del norteamericano: "Había mucho escepticismo al principio. Creo que mucha gente pensó que estaríamos en la zaga de la parrilla toda la temporada. Tuvimos mucho apoyo de la NBC Sports. Creo que al final del año silenciamos a los críticos, y a estas alturas, la mayoría de la gente nos ve como un competidor serio". También su músculo financiero, fue decisivo sin duda.

Estaba claro que a mayor cantidad de goma sobre la pista, sumado al aumento en el drag o resistencia al avance de los monoplazas por las nuevas normas referentes a la aerodinámica, los monoplazas del 2017 deberán tener un extra de caballaje para compensarlo. Por ello algunos calculan que serán precisos unos 50 CV adicionales, los necesarios para contrarrestar tales cambios. Además las frenadas más cortas, exigirán una mayor eficacia del MGU-K. Por ello las escuderías se enfrentan a un irremediable refuerzo del mismo, asociado al papel que desempeña en todo esto en MGU-H, por el tiempo en que posteriormente los pilotos irán con el pie en la tabla. Todo ello se debe traducir en tiempos por vuelta mucho más rápidos, está por ver su cuantía, pero el número de unidades de potencia por temporada será de cuatro, aunado a que el consumo sigue limitado, ahora a 105 kilos de carburante. Será próximamente en Montmeló, lugar en el que vamosa a poder ver los primeros apuntes.

Este inicial boceto de la pretemporada contará con solo unos concisos trazos muy poco representativos, de lo que luego se podrá ver en las primeras citas del Mundial. Los equipos no van a desvelar su potencial a las primeras de cambio, ya que solo tenderán a cumplir unos planes de trabajo marcados al milímetro, sin dar más información de la necesaria. Sin embargo, Niki Lauda, dijo que ellos, podrían tomar otros derroteros: “Los test de Barcelona se usarán para conocer las nuevas normas durante los primeros cuatro días”. Luego seguidamente añadió: "En la segunda semana haremos el trabajo en pista. Esta vez nadie querrá esconderse para mostrar sus cartas en Melbourne. Queremos saber en qué posición estamos en la pista”. Esto, en cierta medida, parece lógico, dado el monoplaza que tienen desde hace tres temporadas, parece retroalimentarse por sí solo. Finalmente Niki confesó que el coche gustará sin duda los aficionados. Creo que a sus dos pilotos, mucho más aún, seguro.

Sin embargo, Gian Paolo Dallara, dueño de la empresa que lleva su apellido desde 1972, no ve tan claro de que los cambios en las normas, vayan a proveer a la F1 de un mayor espectáculo, a la hora de incrementar la competitividad entre los equipos. "No sé por qué decidieron concentrarse en aumentar la carga aerodinámica. Técnicamente hará que sea casi imposible adelantar, porque nadie podrá seguir al que esté delante, luego vamos en la dirección contraria", confesó como ingeniero. La única esperanza, según el italiano, es que los norteamericanos de Liberty, apliquen lo visto por esas tierras en sus carreras "en las que hay una obsesión por nivelar la competencia en todos los sentidos". La pega, el hándicap, "es que la F1 sigue una filosofía diferente", a lo que por allí se hace desde hace décadas. Por último, respecto a las opciones de Ferrari cara al 2017, comentó: "Cuando empiezas con coches completamente nuevos, el que estaba perdiendo tiene una buena oportunidad". Se verá pronto.