Dacia Sandrider, una obra de orfebrería

Nani Roma, rival, opina lo contrario. "No sé si cabría", dice el piloto de Ford, que mide más de 1,90 y da gran importancia a la amplitud y el confort.

Ambos tienen su parte de razón. Cristina porque es un paso al frente en cuanto a amplitud. Nani, porque el Ford es bastante más grande.

"Me siento muy cómoda a bordo. Esto facilita mi adaptación a la categoría T1+, que es bastante diferente a la categoría T3 en la que he participado hasta ahora. Estamos muy satisfechos con el trabajo del equipo y estoy realmente impresionada con el nivel de rendimiento del Dacia Sandrider", ha dicho Cristina Gutiérrez.

De hecho, el Dacia Sandrider es un T1+ minimalista por donde se mire. Mide sólo 4,1 metros y la carrocería está reducida a la mínima expresión. Esto parece sencillo… pero es a la vez muy complicado porque debe ser aerodinámicamente eficiente: no puedes permitir que ello incremente el consumo, y debe ayudar a mantener el equilibrio en los saltos.

Prodrive se ha encargado del coche, así que no es de extrañar que algunas soluciones estén tomadas del Hunter, que Prodrive ha usado en los tres últimos años. Se han mantenido los puntos fuertes, se han solucionado aquellos aspectos que no habían dado el resultado esperado y se ha mejorado todo lo que era posible.

Detalles espectaculares que nunca imaginarías, pero que no son gadgets, sino que tienen todo el sentido. Por ejemplo, pintura mate, antirreflejos para que la visión de piloto y copiloto sea siempre idónea. Pintura con pigmentos anti rayos infrarrojos, repelente del calor, para que la temperatura en cabina sea la adecuada sin tener que abusar del aire acondicionado. No sólo las ruedas de repuesto tienen un acceso rápido y sencillo, sino también las herramientas; incluso la carrocería tiene unas zonas magnéticas junto a las ruedas: cuando debe cambiarse una de ellas, ya sabes dónde tienes que colocar las tuercas sin temor a perderlas. Los asientos Sabelt están tapizados con tejidos específicos antibacterianos y reguladores de la humedad. Y los paneles de instrumentación son modulables, para que cada piloto los adapte a sus preferencias y necesidades ergonómicas. Todo ello nos da una idea de hasta dónde se han cuidado los detalles.

En esencia, cuenta con un chasis multitubular, carrocería en fibra de carbono, tracción a las cuatro ruedas y un motor 3.0 V6 biturbo de 360 caballos, además de suspensiones de gran recorrido –350 milímetros– y neumáticos de 37 pulgadas.

Pero lo que llama la atención son sus líneas y longitud. No hay prácticamente voladizos; las ruedas están en las esquinas. Esto permite combinar una distancia entre ejes larga, tres metros, con una longitud mínima, 4,11 metros. Se ha trabajado mucho en el reparto de pesos, lo que no es fácil en un coche que de principio a final de etapa puede perder más de 350 kilogramos de peso, la diferencia más o menos de ir con el depósito a tope o casi vacío.

El diseño está pensado para la función. Como los Dacia, prácticos, sin florituras.

Elemento clave: la buena visibilidad, siempre importante pero todavía más en el Dakar, donde se convierte en un diseño crucial. Luego, está el estudio aerodinámico. La visibilidad implica parabrisas amplio, ventanas laterales generosas. El corto capó ayuda a ello y, además, la pintura del mismo es mate y antirreflejos.

En este caso se parte de un primer punto: reducir al máximo los paneles de la carrocería y colocar en el lugar adecuado las tomas de aire. Todo ello sobre un robusto chasis multitubular. También se ha estudiado mucho el tema de la rapidez para las intervenciones mecánicas en caso de problemas o el cambio de ruedas en caso de pinchazo; en este último caso se ha evitado el carenado.

Dacia ha hecho un trabajo importante en este sentido. La resistencia al avance se ha reducido en un 10% y la 'sustentación' en un 40%.

El chasis multitubular no sólo es robusto, sino que ha sido diseñado para estos requisitos y ha sido aligerado al máximo sin sacrificar robustez. Las suspensiones son por doble triángulo. La gran distancia entre ejes, 3 metros, facilita la estabilidad a alta velocidad, la nobleza en los giros y la recepción en los saltos.

El motor es muy compacto, lo que ayuda a contener dimensiones y centrar masas. Este 3.0 V6 biturbo ofrece 360 caballos a 5.000 revoluciones por minuto, con un importante par motor de 539 newton por minuto desde 4.250 revoluciones por minuto, y además es de bajas emisiones gracias al uso de combustible sintético Aramco, realizado a base de CO2 capturado e hidrogenado.

Tiphanie Isnard, directora del equipo Dacia Sandriders, cree que todo está preparado y a punto para afrontar el reto: "Terminar primero y segundo con Nasser y Seb, y Cristina, que hizo una gran actuación, es increíble. Pero era sólo nuestra primera competición, un ensayo para el Dakar. Ahora, es importante mantener los pies en la tierra, porque esto es sólo el comienzo de nuestro viaje. Pero este resultado es un gran impulso para todo el equipo, y estamos más motivados que nunca para el futuro". Lo dijo tras Marruecos y, desde entonces, se ha trabajado más en el coche, puliendo detalles.