Alex Palou gana y convence en Laguna Seca para volver a ser líder de IndyCar

"Ha sido una carrera caótica, con un final muy intenso con tantos reinicios. Hicimos una estrategia un poco arriesgada, pero sabíamos que teníamos al ritmo necesario para ejecutarla. ¡Ha sido una victoria increíble!", dijo Àlex, tras esta victoria histórica porque pone punto final a la era 'térmica' de IndyCar; a partir del próximo fin de semana, los motores de la serie serán electrificados, híbridos.

Palou sobrevivió a un final de carrera salvaje. Entre las vueltas 75 y 95, las veinte últimas, se produjeron tres periodos de neutralización –y pudo haber habido más, porque hubo más de un toque que acabó con un coche circulando fuera de pista–, con otros tantos reinicios, el último a falta de 5 vueltas, en los que el piloto de Ganassi supo jugar muy bien sus cartas, no se dejó sorprender y se hizo con la victoria. Merecida porque lideró la mitad de las vueltas, 48 de las 95.

Palou entró en la meta con prácticamente dos segundos de ventaja sobre Colton Herta y cuatro y medio sobre Alexander Rossi, que le ganó la partida por muy poco a Romain Grosjean. Will Power, que había llegado a Laguna Seca como líder, sólo pudo acabar séptimo y de momento es segundo del campeonato a 23 puntos del español.

Alex arrancaba en pole, pero al darse la bandera verde Kirkwood le superó por el exterior. Palou, que salió con gomas 'primarias' se enganchó al piloto de Andretti como si fuera su sombra.

La primera ronda de paradas comenzó muy pronto y Palou esperó un poco más que los otros, para realizar un perfecto ‘overcut’ sobre Kirkwood… aunque insuficiente para superar a Rossi, que había sido de los primeros en detenerse

La primera bandera amarilla salió en la vuelta 36, cuando Luca Ghiotto se salió. Fueron varios los pilotos que decidieron adelantar su segunda parada, entre ellos los que parecían rivales directos de Palou: Rossi, Kirkwood y Herta. Todos iban en 'secundarios', así que quizás no hubieran podido ir mucho más lejos. Palou había sorprendido porque en su parada había puesto un segundo juego de primarios y se colocó líder.

En este juego, Dixon fue muy afortunado; pisó un bordillo al entrar en boxes y tocó las protecciones, a la vez que era tocado por detrás por McLaughlin. No obstante, y a pesar del accidente, los dos pudieron seguir.

En la vuelta 56, Palou paró por segunda vez. Para entonces, algunos pilotos se habían retrasado por excursiones a la grava e incluso Newgarden había tenido que cumplir un 'drive through' por incorporarse de forma no segura al salir de boxes. Palou no había conseguido suficiente ventaja como para salir de nuevo líder y Herta y Rossi le superaron. El catalán se colocó segundo en la 62, con un interior a Rossi en la curva 2 y comenzó a acercarse a Herta, mientras Power había subido a la quinta plaza.

En la vuelta 64, Alex tomó de nuevo el liderato, colocándose a la altura de Herta en la curva 6 para superarle en el sacacorchos.

Muchos pilotos iniciaron su última parada. Palou la hizo en la vuelta 70, dejando momentáneamente el liderato a Newgarden. Cinco vueltas después, Lundgaard tocó a Armstrong y provocó una ‘caution’. Newgarden aprovechó para su última parada y Palou se colocó líder para no abandonar ya dicha posición.

Newgarden, que estaba segundo, se salió y fue superado por Herta, Rossi y Grosjean. McLaughlin se tocó con Power y, aunque ambos siguieron, entró en box lentamente. En la vuelta 83, una corta neutralización porque el coche de Harvey se quedó parada, pero en la 87 se tocaron Simpson y Canapino; el primero pinchó, hizo un trompo y Rahal no pudo evitarlo.

La carrera se reanudó a cuatro vueltas del final y Palou no tuvo problemas para alejarse de Herta y ganar con comodidad.