Un híbrido enchufable al precio de un Diesel: el caso del nuevo Volkswagen Tiguan

El único requisito que marca la DGT para que un coche reciba la etiqueta Cero es que sea capaz de recorrer como mínimo 30 kilómetros en modo eléctrico. La segunda generación del Tiguan, que a medio ciclo de vida comercial introdujo un híbrido enchufable de 245 caballos entre sus motorizaciones, se situaba en unos 50 kilómetros, pero el Plan Moves permite una argucia más: los híbridos enchufables con más de 90 kilómetros de autonomía, reciben las mismas ayudas que los eléctricos: 4.500 euros lineales más 2.500 si entregamos un coche de más de diez año para su achatarramiento.

Con la nueva generación, que ofrece potencias de 204 y 272 caballos, la autonomía se multiplica holgadamente por dos. La capacidad de la batería se dispara de 9,9 a 19,7 kilovatios hora y eso repercute directamente en la autonomía, que es de 125 kilómetros en el ciclo combinado WLTP. En condiciones estrictamente urbanas llega a superar la barrera de los 150 kilómetros.

Volkswagen no sólo ha mejorado la capacidad de la batería, sino que también ha optimizado su carga. Así, la corriente alterna que podríamos tener como solución doméstica sube de 3,4 a 11 kilovatios de potencia, en línea con muchos coches completamente eléctricos del mercado. Y la corriente continua se sitúa en 50 kilovatios.

Con un cargador doméstico en el garaje, el resultado es un coche que será capaz de circular en modo completamente eléctrico de lunes a viernes en los desplazamientos entre el hogar y la oficina. Y la capacidad de cargar a 50 kilovatios en los desplazamientos por carretera hará que incluso las escapadas de fin de semana se puedan plantear con esa tecnología.

Y hay otra cosa que puede hacerlos atractivos: el precio. Y es que aunque el primer híbrido enchufable –204 caballos– cuesta 51.850 euros sin descuentos, la cosa cambia con las campañas promocionales –45.300 euros– y mejora sustancialmente con el Plan Moves, que deja el precio final en unos 38.300 euros.

Por ponerlo en perspectiva: todo esto significa que puedes tener un Tiguan híbrido enchufable por apenas 1.500 euros más de lo que pagarías por el Diesel de 150 caballos con etiqueta C de la DGT. Los microhíbridos bajan hasta los 33.650 euros con las promociones, aunque aquí hay que tener presente que son menos potentes –la opción más asequible tiene 130 caballos y luego hay una de 150 que cuesta 37.570 euros, con campañas–.

LOS HÍBRIDOS ENCHUFABLES, UNA OPCIÓN CONTROVERTIDA

En los países donde la electrificación avanza viento en popa, y aquí es Noruega el mejor ejemplo de todos, los híbridos enchufable no han acabado de despegar porque los coches completamente eléctricos se han convertido en la opción más atractiva para los consumidores.

En Noruega, por ejemplo, los híbridos enchufables apenas suponen el 2% del mercado mientras que los coches completamente eléctricos rozan el 90% y van camino de desplazar definitivamente el resto de tecnologías. Y es que, cuando el precio no es problema, muchos conductores no contemplan otra cosa que un BEV.

En España, sin embargo, se vive una situación distinta. El poder adquisitivo es menor y eso propicia que la mitad de las ventas aún sean de gasolina –40,7%– o Diesel –9,89%–. Y también que la electrificación ocurra principalmente a través de los híbridos con etiqueta Eco, los no-enchufables, que crecen un 25% y alcanzan una cuota de mercado del 34%.

¿Y dónde quedan los híbridos enchufables, en el mercado español? En lo que va de ejercicio, se han vendido unas 20.000 unidades y suponen el 6,1% del total. Los eléctricos puros, mientras tanto, son unos 14.000 y se quedan en el 4,4%. Ambas tecnologías crecen frente a 2023, aunque a un ritmo más lento que el de los híbridos puros con un 8%.

Durante años, se ha criticado a los híbridos enchufables por frenar la adopción de la electrificación. Y, en España, también es controvertido el hecho de que gozan de las ventajas asociadas a la etiqueta Cero independientemente del estado de carga de su batería, lo que implica que hay personas que la llevan vacía y que circulan como un simple coche de combustión.

Con un uso inteligente, sin embargo, la cosa cambia. Los híbridos enchufables de nueva generación se acercan en muchos casos a los 100 kilómetros de autonomía eléctrica, si no los superan como es el caso del Tiguan. Y esas distancias superan en muchos casos el uso diario medio del vehículo, lo cual los convierte a todas luces en una opción más que razonable.