Rally España 2018: ¡Hagan juego, señores!

Con los cuatro primeros –Jari-Matti Latvala, Sébastien Ogier, Sébastien Loeb y Elfyn Evans– separados por menos de 10 segundos y los seis primeros, entre los que se incluyen Thierry Neuville –a 12 segundos–, el cántabro Dani Sordo, en menos de 17 segundos, todo puede pasar en los cuatro tramos que restan disputar mañana.

La segunda etapa de la prueba ha sido sorprendente, con más cambios de los que cabía esperar. El gran golpe de teatro llegó precisamente al final del bucle matinal cuando Ott Tänak –Toyota–, hasta entonces dominador de la prueba, sufrió un pinchazo y perdió más de minuto y medio.

"Corté una cuneta y al volver la rueda delantera al asfalto, el borde era muy cortante y rasgó el neumático. Son cosas que pasan", señaló Tänak, conocedor de que ese pequeño incidente le hacía perder casi todas sus opciones al título.

Dani Sordo se encontró así líder, pero con sólo 3 décimas de ventaja sobre Latvala. Fue un liderazgo efímero, ya que en la siguiente especial le fue arrebatado por el finés. El cántabro pareció perder fuelle, "aunque mis sensaciones son buenas. Estoy sorprendido de los tiempos de algunos rivales en mojado, pero yo sigo haciendo mi carrera". Todo ello antes de la última especial larga en la que Sordo se lamentó de "encontrar mucho barro, el asfalto muy sucio ya", y cedió 22 segundos a Neuville, autor del scratch, lo que le obligó a descender a la sexta posición de la general.

>> Resultados de la etapa Rally España 2018

En esta misma especial, El Montmell, Tänak se lamentó de un trompo y de tener que hacer unos metros en contrasentido para poder dar media vuelta, por lo que perdió unos segundos importantes que hubieran puesto a Lappi a su alcance, a pesar de que éste también tenía de qué lamentarse tras sufrir un gran susto. "Un trompo en sexta... y recorrí más de 100 metros con el coche completamente atravesado, pero milagrosamente dentro del asfalto", comentó Tänak. 

La lluvia ha sido el denominador común de la jornada. Y ello hizo que la tarde fuera particularmente complicada, ya con el asfalto muy sucio y con barro aparecen las 'cicatrices' que dejan los coches de rally a fuerza de ir cortando las cunetas. Una prueba: en El Montmell, la primera pasada fue 10 segundos más rápida que la segunda.

Los cronos fueron un tanto cambiantes. La intensidad de la lluvia en el momento de paso pudo jugar un papel importante, pero también pequeños detalles como un parabrisas empañado. En cualquier caso, Neuville fue el único que ganó dos especiales; las otras fueron para Tänak, Latvala y Loeb.

Por lo general, todos los pilotos se lamentaron de las difíciles condiciones, en las que acertar con la elección de gomas era complicado y que los cambios de asfaltado en diversas zonas de las especiales no ayudaban a encontrar el feeling deseado.

Así, la situación final de la etapa es muy distinta a la final de la jornada del viernes. Si ayer Neuville veía su liderato en serio peligro y Tänak parecía tenerlo al alcance de la mano, hoy Ogier y Neuville finalizan casi igualados y Tänak con sus posibilidades tan diluidas que precisarían un milagro, sin el cual acabar séptimo es lo máximo posible.

Mañana, dos pasadas por las especiales de Riudecanyes y Santa Marina, de 16,3 y 14,5 kilómetros, que se convertirán en cuatro desaforados sprints, especialmente la última pasada por Santa Marina, que es la 'Power Stage' y cuyos puntos extra son un botín irrenunciable para los tres aspirantes al título.

En WRC2, Kalle Rovanperä es líder con 22 segundos sobre Jan Kopecký y Nil Solans, el gran protagonista del día. Eric Camilli debió abandonar con la caja de cambios rota.