Meeke, en el ojo del huracán

Kris Meeke volvió a las andadas en el Rally de Portugal. El rapidísimo británico volvió a mostrar la cara de aquel piloto al que –no sé si el corazón le puede a la cabeza o ésta no aguanta la presión– parece que le falta un cierto autocontrol. Aquel que en Citroën decidieron despedir a mediados del pasado año con efecto inmediato, "por tomar riesgos excesivos e injustificados repetidamente". Ya en 2017 la marca francesa le había advertido al dejarle en el dique seco en Polonia a modo de reflexión.

El error de Meeke en la penúltima especial y su abandono en la power stage no sólo costó el doblete a Toyota, sino también importantes puntos en el Mundial de Constuctores e incluso algún punto a Tänak en el de pilotos, no sólo por los puntos extra que sumaron Neuville y Ogier, los directos rivales del estonio, sino porque éste debió extreman precauciones en la power stage.

"La idea inicial era la de atacar al máximo en la power stage y sumar los cinco puntos para poder coñocarme por delante de Ogier en el Campeonato, pero con el abandono de Meeke tuve que ser más prudente. Por lo menos no tendrá que abrir carrera en Cerdeña", dijo Tänak.

En la asistencia, la cara de Tommi Mäkinen mutó cuando supo del abandono de Meeke. Si normalmente el finés esconde sus emociones –sobre todo si se refieren a contratiempos– esta vez, controlándose, se palpaba su enfado. Fichó a Meeke por rapidez y por creer que habría aprendido la lección… pero en determinadas ocasiones está claro que los fantasmas vuelven a aflorar.

"Cuando al final de la segunda etapa tuvimos problemas y Ogier se acercó mucho, obviamente sentía estrés, no por Tanak, porque sé de lo que es capaz, pero en el caso de Meeke los peores presagios se transformaron en realidad", admitió el cuatro veces campeón del mundo y hoy dueño de los destinos de Toyota Gazoo Motorsports en lo que a los rallies se refiere.

Mäkinen cree que la clave del error final de Meeke estuvo "en la penúltima especial". "Íbamos camino hacia un espectacular doblete cuando hizo un trompo y perdió el segundo puesto. Creo que esto fue clave, se desconcentró, su moral quedó tocada y quiso recuperar. ¡Fue un error estúpido! No cortas una curva cuando no sirve de nada y ello nos ha privado de sumar el máximo de puntos en el Campeonato de Constructores".

Curioso: justo antes de comenzar el Rally de Portugal, Toyota había anunciado que en Italia, la siguiente prueba, alineará cuatro Yaris WRC, lo que dará entrada en el equipo a Juho Hänninen.