Los híbridos ya son la primera opción en España: el coche eléctrico no acaba de arrancar

El mercado español ha movido 1.016.885 nuevos turismos en 2024, lo que implica un crecimiento del 7,11% frente a 2023 y permite romper la barrera del millón de unidades por primera vez desde la pandemia del Covid-19. Las estadísticas muestran que la gasolina y el Diesel caen –un 2,3% y un 18,7% respectivamente– y que las tecnologías alternativas suben un 22,28%. De hecho, ahora ya suponen el 53,28% de los coches vendidos, confirmando un punto de inflexión histórico.

Los híbridos no-enchufables suponen ahora el 38,58% del mercado, cuando hace 12 meses representaban apenas el 31,90%. Esta subida vertiginosa le ha permitido desbancar a la gasolina sin electrificación, que ha caído un 2,3% y se queda con el 37,24% de las ventas. El Diesel se mantiene como la tercera opción por volumen con 96.380 unidades y el 9,48% del total, aunque sigue en caída libre y baja otro 18,77%.

Los coches completamente eléctricos, el 5,64% del total, han subido un 11,17%. Un crecimiento en dobles dígitos que podría parecer espectacular, pero que en verdad es menos remarcable de lo que parece. En 2023, sin ir más lejos, la subida interanual había sido del 69,1%. Los BEV suben, pero no de forma exponencial y a un ritmo mucho más bajo que otros mercados europeos.

Los híbridos enchufables, por su parte, han caído un 5,8% y se quedan con el 5,76% de las ventas.

En una tesitura completamente distinta está el GLP, que para muchos es la opción más económica para acceder a la etiqueta Eco de la DGT. Esta opción representa apenas el 3,29% de las ventas totales porque se ofrece en muy pocos modelos, pero su crecimiento frente a 2023 es del 32,98%.

De estos datos, pues, se concluye que España prioriza una movilidad sostenible económica, como queda demostrado con el sorpasso de los híbridos y el buen estado de salud del GLP. La gasolina y el Diesel retroceden en un mercado alcista y los eléctricos puros ralentizan el crecimiento exponencial de otros años.

EL CASO PARADIGMÁTICO DE PORTUGAL CON EL COCHE ELÉCTRICO 

Portugal tiene un PIB por cápita inferior al español, pero ahí los eléctricos e híbridos enchufables suponen el 33% del total. En España, se quedan en el 11,1%. Eso invita a pensar una cosa: que el dinero no lo es todo. Los eléctricos son más caros que los coches de gasolina, pero el precio de venta no es el único motivo por el que sus ventas no crecen más en España.

Cuando uno tiene en cuenta el poder adquisitivo de sus ciudadanos, es innegable que Portugal es uno de los países pioneros de la Unión Europea en esta materia. Todo se remonta al año 2009, cuando su Gobierno puso en marcha una agencia para empezar a diseñar la transición a la movilidad sostenible. Su primera tarea fue dibujar una red de carga a nivel nacional.

En Portugal, usar un coche eléctrico es cómodo por tres motivos: incentivos fiscales, aparcamiento en Lisboa a cambio de una tarifa plana de apenas 12 euros al año y una infraestructura de carga nacional que se puede utilizar con una misma tarjeta, independientemente de quién sea el operador del punto de turno. Eso implica una gran facilidad de uso: no es necesario descargar varias aplicaciones, sino que todo resulta más intuitivo.

¿Qué incentivos fiscales hay? El IVA se puede deducir en los coches eléctricos de menos de 62.500 euros y los híbridos enchufables de menos de 50.000. Los propietarios también están exentos de pagar el impuesto de circulación, que este año se ha multiplicado por cuatro para los vehículos más antiguos de 2007 en un intento por fomentar la renovación del parque automovilístico.

En las grandes ciudades, los portugueses conviven con algunos problemas que nos pueden resultar familiares: la ansiedad de ver que un cargador no funciona correctamente o que no tienen ninguno disponible en las cercanías, porque en ese momento están ocupados. Pero la infraestructura está preparada para afrontar viajes largos sin grandes complicaciones, lo cual alivia en gran medida la ansiedad al volante.

NORUEGA SIGUE EN SU LÍNEA… Y DINAMARCA SE SUMA A LA FIESTA

Puede que el coche eléctrico sea una opción todavía incipiente en el mercado español, pero eso no implica que esto sea así en todas partes. De hecho, si nos fijamos en el continente europeo, hay dos casos paradigmáticos que conviene la pena resaltar: Noruega y Dinamarca.

El 88,9% de los coches nuevos vendidos en Noruega en 2024 han sido completamente eléctricos, lo que supone un incremento de casi siete puntos frente a los 82,4% del ejercicio anterior. Los eléctricos ya suponen el 28,6% del parque automovilístico actual, un porcentaje que va a más con cada año que pasa.

“En Noruega, la mayoría de compradores de coches con motor de combustión son empresas de alquiler. Muchos turistas no están familiarizados con los coches eléctricos”, ha explicado a la agencia Reuters Ulf Tore Hekneby, director del mayor importador del país, Harald A. Moeller.

Escandinavia también está de enhorabuena por los datos de Dinamarca, donde los eléctricos se han disparado de un 36% a un 51,5% y ya se han consolidado definitivamente como la opción más popular del mercado. Su rápido crecimiento invita a pensar que el país puede llegar rápidamente a las cuotas de adopción de sus vecinos del norte.

Pendientes de que se cierren los datos de todos los mercados, todo invita a pensar que Suecia –34%–, Países Bajos –33%– y Finlandia –28%– completarán el Top 5, según los datos acumulados de los nueve primeros meses de 2024.

Todos estos países tienen un poder adquisitivo mayor que España, lo cual puede distorsionar en cierto modo la estadística. El relato se cae sin embargo cuando vemos los datos de Portugal, donde los eléctricos tienen un 19,3% del mercado –primeros nueve meses de 2024– a pesar de que el PIB por cápita es inferior al español.