¿Te gusta conducir? Pues a los americanos les hace infelices

Los investigadores han concluido que las personas que necesitan el coche para más del 50% de las tareas de su día a día provoca son más infelices que el resto. Los resultados surgen de una encuesta a escala nacional en la que han participado 2.155 personas que viven tanto en entornos urbanos como interurbanos, donde el vehículo particular se convierte en una herramienta absolutamente imprescindible.

“Hemos determinado que existe un efecto umbral de la dependencia del coche en la satisfacción con la vida”, dice el estudio. “Nuestros resultados muestran que, a partir de un cierto punto, un incremento en la dependencia del vehículo deriva en una disminución de la satisfacción de las personas con la vida”.

“Hemos visto que depender del coche en más del 50% del tiempo que hacemos actividades fuera de casa está vinculado a una disminución con la satisfacción con la vida. Este descubrimiento sugiere que los planificadores y legisladores deberían promover la multimodalidad y un uso del suelo que ayude a reducir la dependencia de los coches y su potencial efecto negativo en el bienestar del individuo”.

Estados Unidos es un caso paradigmático por la planificación urbanística de sus ciudades y comunidades, que a menudo abarcan grandes extensiones de terreno. En vez de barrios con una rica actividad comercial y de entretenimiento, que es un escenario muy común en las ciudades europeas, al otro lado del Atlántico son muchos los estadounidenses que tienen que coger el vehículo y hacer carretera para poder acudir al supermercado y socializar. Es por eso que, mientras que en España el conductor medio cubre unos 11.500 kilómetros al año –estadística pre-pandémica–, en Estados Unidos la cifra se dispara hasta los 23.500 kilómetros. Las estadísticas dicen también que nueve de cada diez unidades domésticas en Estados Unidos tienen un vehículo particular y que el 87% de las personas lo usa a diario.