Las marcas europeas denuncian que China "invade" el mercado automovilístico del continente

La industria avanza hacia la electrificación total y ahí es donde nombres como BYD, SAIC o Xpeng se convierten en amenazas en potencia para las firmas occidentales, que a día de hoy no son capaces de competir con sus precios.

Ahí está el caso del BYD Dolphin, un SUV compacto que llegará a España en el cuarto trimestre de 2023 y que ofrecerá 427 kilómetros de autonomía cambio de 29.990 euros. O nombres como Xpeng, que desembarcan progresivamente en el continente con coches que no sólo destacan por su precio, sino también por sus prestaciones y calidad.

En Europa existe recelo y temor ante su llegada, de ahí que Stellantis pidiera a la Unión Europea el año pasado que impusiera aranceles para tratar de socavar la ventaja competitiva de estos nuevos actores. El 9% de los coches eléctricos que se vendieron en Europa en 2022 eran de marcas chinas y a nadie se le escapa que el porcentaje puede crecer de forma exponencial.

Hoy, el Grupo Renault ha anunciado un plan para reducir de forma progresiva los costes de producción de sus coches eléctricos hasta recortarlos en un 40% al llegar al año 2027, tal y como recoge Autonews. El I+D y el proceso de manufactura son las dos áreas donde creen que pueden ahorrar más. Luca de Meo asegura que ya a finales de este mismo ejercicio se verán los frutos de esta nueva estrategia.

El consejero delegado de Stellantis, Carlos Tavares, cree que está ocurriendo una "invasión". Ya no sólo pide aranceles, sino que ahora insta a todos los fabricantes a hallar el modo de abaratar la manufactura de sus vehículos. "Ellos tienen una ventaja en costes del 25% y tenemos que luchar".