La gran final de la IndyCar: tres Ganassi contra tres Penske, con O'Ward de invitado

Tanto Penske como Ganassi tienen a tres pilotos entre los siete finalistas. Tres pilotos que quieren ganar, que no tienen el mismo patrocinador que sus compañeros. No habrá ni órdenes de escuderías, ni componendas, ni galanterías, al menos no en este fin de semana en Portland. De cara a la prueba final en Laguna Seca, habrá que ver cómo queda la situación.

No es una situación sencilla. Un error no sólo puede costar el título, sino además entregarlo al equipo rival. Hay que contar que los cuatro primeros, dos Penske delante –Willl Power y Josef Newgarden– y dos Ganassi detrás –Scott Dixon y Marcus Ericsson– están en sólo 17 puntos.

Alex Palou, el tercer hombre de Ganassi, está a 43 puntos. No es una diferencia irrecuperable, pero necesitaría prácticamente ganar las dos carreras y que sus rivales pincharan en al menos una. En la misma tesitura están Scott McLaughlin, el tercer hombre de Penske, y Pato O'Ward, el infiltrado de McLaren. Pero estos tres necesitarían ganar en Portland y un abandono temprano de los cuatro primeros para seguir con opciones..

Roger y Chip seguro que tienen la misma percepción: "Chicos, hagan lo que quieran pero uno de ustedes tiene que darme el título". No pueden hacer más.

La teoría de que tu primer rival es el compañero de equipo adquiere estos dos fines de semana su máxima expresión. No arriesgarte a tocar a tu compañero puede significar cederle el título. Arriesgarte puede significar que uno de los dos lo pierda… o los dos, con lo que la bronca del jefe está más que asegurada.

Máxima tensión. Un error en la estrategia, una parada más larga para repostar o una neutralización a destiempo se pagarán muy pero que muy caro.