Fisker EMotion: sedán, eléctrico y pasional

El lanzamiento del modelo, que se esperaba para agosto del año pasado, cuando se anunció en twitter la llegada del coche, ha tenido que retrasarse por un problema de suministro de las baterías de grafesno, lo que ha llevado a usar las de litio y a retrasar el proyecto. Pero no demasiado, porque en el CES 2018 de Las Vegas va a ver finalmente la luz, y el adelanto es la imagen que encabeza este texto, en la que es una foto del modelo definitivo.

En el frontal, además del cromado en el perfil, vemos que el coche ha perdido agresividad respecto al teaser que conocíamos y que vemos sobre estas líneas, sin las aperturas en el capó, y sin las entradas de aire en el mismo frontal. Parece que también sin el splitter delantero, lo que, unido a la nueva disposición de los faros, hace perder atractivo al conjunto respecto al proyecto inicial. El resto del coche sí que continúa con el aspecto deportivo, pero en un sedán, que conocíamos de anteriores diseños.

El Fisker EMotion es el último exponente de una dilatada saga de vehículos diseñados por Henrik Fisker, lista en la que figuran de una otra forma el Fisker Karma original, el Aston Martin V8 Vantage, el Aston Martin DB9 o incluso el Tesla Model S, modelo con el que está llamado a rivalizar este nuevo vehículo, pues también se trata de un sedán deportivo y con una mecánica 100% eléctrica.

Las líneas laterales del Fisker EMotion recuerdan en mayor medidas al extinto Fisker Karma, aunque este modelo presenta una caída del techo mucho más pronunciada. Con todo, quizá el detalle más relevante de su imagen es sus puertas de mariposa invertidas, toda vez que la zaga presenta un diseño más convencional con ópticas de diseño estrecho y un discreto difusor. Además, cabe destacar que la construcción entera del bastidor y de la carrocería realizará con materiales ligeros como la fibra de carbono y el aluminio.

En este sentido, Henrik Fisker asegura que el nuevo Emotion contará con sus baterías en una posición que le permitirá gozar de un bajo centro de gravedad y aprovechar al máximo el espacio disponible entre ejes. Además, este acumulador del que hablaremos a continuación, ya ha sido bautizado como el de “mayor densidad energética del mundo” Esto, sumado al gran trabajo que han realizado sus ingerieros en materia aerodinámica, lo convierten en un automóvil capaz de recorrer grandes distancia con el mínimo gasto energético.

En el frontal se aloja un sistema LIDAR, y los espejos tienen cámaras de 360 grados, no sólo para aparcar, sino para poder controlar en cualquier momento todo el entorno del vehículo –el CEO de la compañía afirmó que era casi imposible rayar sus enormes llantas con este avanzado sistema–. El EMotion costará alrededor de 114.000 euros y, desde el pasado 30 de junio, ya se puede reservar en los Estados Unidos previo pago de 1.800 euros al cambio de divisa.

Aunque Henrik Fisker no ha dado demasiadas pistas al respecto, el Fisker EMotion contará con una mecánica 100% eléctrica –con prestaciones por confirmar– basada en un nuevo sistema de baterías de NMC –níquel, manganeso y cobalto– y no de grafeno como se esperaba, uno de los materiales más prometedores y que pueden tener mayor recorrido en la industria del coche eléctrico en las próximas décadas. Sin embargo, el uso de estas baterías desarrolladas por LG junto a Nanotech Energy Inc. permitirán una autonomía de 643 kilómetros con sus casi 22.000 celdas. Su velocidad máxima será de 259 kilómetros por hora.

De hecho, Fisker anuncia la posibilidad de tener una carga para unos 166 kilómetros en sólo nueve minutos, si se usa el sistema UltraCharge del vehículo. Claro, que es difícil valorar esa carga rápida si no disponemos de una fuente rápida. O lo que es lo mismo: en el enchufe de casa no va a ocurrir. En ese aspecto, Fisker dice que está en conversaciones con las compañías petroleras para instalar 'Ultrachargers' en las estaciones de servicio en todo Estados Unidos.

El Fisker EMotion equipará también un nuevo sistema de conducción autónoma que está en desarrollo por una compañía externa, pero no está confirmado, como tampoco se sabe todavía un precio estimado. El modelo, según ha confirmado el propio Henrik Fisker, será fabricado en factoría de VLF en Auburn Hills, Michigan.