Ferrari no teme al peso extra de los coches eléctricos

La casa de Maranello está centrada ahora mismo en los híbridos, que ve como la mejor opción para el corto plazo en términos de rendimiento. Pero ya trabaja también en su primera opción eléctrica.

Si en abril de 2021 fue cuando obtuvimos la confirmación de que el primer Ferrari eléctrico sería una realidad en 2025, este junio la marca comunicó los primeros detalles sobre su motor y su batería.

Dijo que en Maranello asumirán el desarrollo y fabricación de los motores eléctricos y el empaquetado de las baterías –aunque la producción de las celdas como tal es posible que recaiga en un proveedor–.

Un mes después de estas últimas declaraciones, el consejero delegado de la compañía ha vuelto a pronunciarse sobre el primer BEV de la casa en declaraciones a la cadena CNBC.

Benedetto Vigna ha prometido que el peso de la batería no comprometerá la experiencia de conducción.

"Sobre la conducción, sobre la dinámica de conducción, podemos gestionar este peso adicional".

"Es cierto que son unos cuantos cientos de kilos más que un coche de combustión convencional, pero comprendemos bien la dinámica de vehículos".

"Hoy en día muchos coches tienen acceso a los mismos chips electrónicos, pero los ingenieros de Ferrari son capaces de aportar algo único y distintivo".

"Es un reto, pero lo vemos como la oportunidad de seguir fabricando algo único".

Aunque Ferrari aún no ha entrado en detalles sobre esta transición, sería bien lógico que apueste por materiales ultraligeros para compensar al menos parcialmente el peso de las baterías.

Eso es lo que ha hecho recientemente McLaren con su arquitectura de última generación, que está hecha íntegramente de fibra de carbono y pesa menos de 90 kilos.

Hoy en día los deportivos de Ferrari se sitúan cerca de los 1.300-1.500 kilos de peso, umbral donde encontramos el 488 Pista o el más reciente 296 GTB.

La propuesta más radical de la marca es el SF90 Stradale, que escala hasta los 1.600 kilos con su sistema híbrido enchufable. Claro que también aporta 1.000 caballos de potencia.

Los deportivos eléctricos del momento –Rimac Nevera, Tesla Model S Plaid– se sitúan en cambio en unos 2.100 kilos de peso, ligeramente por encima incluso.

El rey de los coches eléctricos, el Model 3 de Tesla, pesa entre 1.725 y 1.819 kilos.

¿Cuánto pesará el primer Ferrari eléctrico? En unos tres años lo sabremos.