El motor de combustión, en riesgo de extinción en Noruega

Su auge es inversamente proporcional al de los coches no-electrificados, que apenas suponen el 6,8% de las matriculaciones. Esta circunstancia ha propiciado que algunas marcas, como Hyundai, ya hayan tomado la decisión de dejar de vender coches con motor de combustión en dicho mercado.

El avance de los eléctricos es tan grande que deja a los vehículos híbridos en una situación cada vez más marginal. Si en 2021 representaban el 28% del mercado, ahora tan sólo suponen el 13,9%. Los híbridos enchufables son los grandes responsables de este declive, en tanto que caen del 22% al 8,5%. Los híbridos puros se quedan en un 5,4% y pierden otras seis décimas.

El coche más vendido en el país ha sido el Tesla Model Y, que ha establecido un nuevo récord absoluto de entregas en un año natural rompiendo un récord que estaba en manos del Volkswagen Beetle desde 1969. El Volkswagen ID.4 y el Skoda Enyaq iV le han acompañado en las posiciones de podio.

Para incentivar la compra de vehículos eléctricos, hasta ahora estos estaban exentos de IVA. Esta medida ha sido exitosa a todas luces, pero le ha costado unos 3.700 millones de euros al Gobierno en este 2022 según información de la agencia Reuters. Esto cambiará a partir de 2023, porque los coches que superen las 500.000 coronas –unos 47.700 euros– empezarán a tributar.

LA COMPARACIÓN CON ESPAÑA

En España, los coches completamente eléctricos han terminado el año con una cuota de mercado del 4,63% en el mes de diciembre de 2022 según el último informe de matriculaciones de ANFAC. En el cómputo anual del total de vehículos, los BEV se quedan en el 3,79%.

Si comparamos estas cifras con las de Noruega, esto nos dejaría ligeramente por encima de los números que el país escandinavo registró en 2012 –2,9%–. El crecimiento español también es más lento en ritmo: España ha ganado un 31% en la comparación interanual, pero Noruega fue capaz de doblar sistemáticamente sus cifras entre 2011 y 2014 cuando los BEV empezaban a abrirse paso.

Otro elemento que evidencia que ambos países hacen la transición a ritmos distintos es la adopción del vehículo híbrido: en Noruega, los híbridos enchufables han sido más populares que los HEV desde 2016. En España, sin embargo, los híbridos puros multiplican por cinco la cuota de mercado de los PHEV.