BMW patenta un joystick para la conducción autónoma

El nuevo diseño, filtrado por i4Talk, reduce ostensiblemente su volumen y adquiere un aspecto aparentemente articulado que le permitiría 'aparecer' y 'desaparecer' en función de las necesidades de la conducción. Dicho de otro modo, el volante podría ocultarse en el salpicadero para ampliar la habitabilidad en caso de navegar sin intervención humana.

Aun así, hay una serie de factores que evidencian que este control también sería compatible con una conducción manual. Y es que el diseño incorpora múltiples controles y diales, desde los intermitentes de toda la vida hasta un selector de marchas, que permitirían controlar los mismos parámetros que en la actualidad.

La solución guarda cierta similitud con el BMW Vision Next 100, el concept-car que el fabricante presentó en 2016 para mostrar cómo imaginaba el futuro. Ese prototipo también incorporaba un volante más liviano que los vehículos térmicos tradicionales, ahondando en la idea de que el puesto de conducción se convertirá en un lugar de 'relajación'.

Lo cierto es que BMW no es la primera marca que apuesta por una idea similar. En noviembre de 2019, Ferrari registró una patente que sustituía el volante por un joystick integrado en el asiento del conductor, lo que a la postre permitía despejar por completo el espacio que hoy ocupan los controles del vehículo.

El comando de Ferrari permitiría operar simultáneamente el acelerador, el freno y la dirección, de modo que los pedales de toda la vida podrían pasar a mejor vida.

El joystick de Ferrari

Porsche ha tomado un rumbo distinto. La marca de Stuttgart ha patentado un mecanismo reclinable que permitiría al conductor 'alejar' el volante y los pedales cuando el coche circule por sus propios medios, pero también configurarlos en su disposición tradicional en caso de querer una manipulación humana.

¿Serán realidad algún día estas innovaciones? Sólo el tiempo lo dirá. La conducción autónoma total es más compleja de lo que se había previsto en un primer momento y las ganancias de los investigadores están siendo marginales en algunos casos, de modo que sería atrevido vaticinar cuándo llegará a nuestras carreteras. Lo que sí está claro es que las marcas no están de brazos cruzados.

El asiento de Porsche