Prueba Opel Astra 1.4 Turbo: argumentos de líder

Y el Opel Astra 1.4 Turbo que conduzco ahora mismo es un buen ejemplo de ello. Antes del cambio de manos de Opel, la firma alemana –ahora francesa y perteneciente al Grupo PSA– lanzaba la undécima generación de su compacto. Presentado a todo tren en el Salón de Frankfurt de 2015, las primeras unidades llegaron a los concesionarios un año después.

Galería de fotos Opel Astra 1.4 Turbo

Lo llamativo en esta ocasión es que no se trata de un mero lavado de cara sino que según Opel, para crear el nuevo Astra han partido de una hoja en blanco, y el resultado es un automóvil que pasa por encima de su antecesor. Mejor en todo. Durante una semana hemos podido probarlo a fondo para comprobar qué hay de cierto en esta rotunda afirmación y, sobre todo, para conocer en detalle lo que ofrece uno de los compactos más vendidos en España. También ha sido reconocido fuera de nuestras fronteras, ya que en 2016 obtuvo el galardón de Coche del Año en Europa.

OPEL ASTRA 1.4 TURBO: PRIMERAS IMPRESIONES

Debo confesar que esta prueba tiene un componente extra de interés por mi parte ya que he compartido carretera durante muchos kilómetros con un Opel Astra turbodiésel de la anterior generación propiedad de un buen amigo. Autopistas, carreteras y varios viajes que me han permitido conocerlo bastante bien, por lo que en esta ocasión estaba expectante porque el nuevo Opel Astra cumpliría su palabra.

De un primer vistazo, el compacto de Opel parece una versión mejorada del anterior. Algo así como si hubiese pasado por el gimnasio, pero no para ponerse cachas, sino para reducir esos kilos de más. La nueva carrocería sigue en cierta manera algunos patrones de diseño pero todo es más fluido y menos voluminoso, lo que logra un resultado global mucho más agradable a la vista. Detalles como el pilar C partido, los nuevos grupos ópticos integrados en el renovado frontal, llantas de nuevo diseño o ciertos detalles derivado del prototipo Monza también son claves en esta primera impresión.

Si ponemos a las dos generaciones juntas, la antigua parece “el hermano gordito” del actual. Más allá de lo bien que le sienta el color rojo a nuestra unidad, de un primer vistazo Opel ha logrado un conjunto mucho más atractivo y ligero a la vista. Buena culpa de ello lo tienen sus nuevas dimensiones. En un mundo en el que mejor es igual a más grande, Opel ha decido con acierto reducir la longitud total hasta los 4,37 metros, esto es, casi cinco centímetros menos que su antecesor, lo que redunda en una batalla 2,4 centímetros inferior. La altura también mengua en casi 3 centímetros, si bien el coeficiente aerodinámico inferior a 0,30 sigue siendo uno de los mejores de su clase.

Si hablamos del nuevo Opel Astra, tampoco debemos pasar por alto la drástica reducción de peso que permite reducirlo hasta 200 kilos –120 como mínimo–, gracias a uso de materiales ligeros y aceros de muy alta resistencia, la carrocería pesa un 20% menos, mientras que se han perdido otros 50 kilos de otros componentes como los subchasis o la nueva gama de propulsores. Como luego veremos esto tiene sus implicaciones a la hora de conducirlo.

Las ventas en nuestro país parecen respaldar el nuevo camino que ha tomado el Opel Astra. Durante lo que llevamos de 2017, se han vendido más de 14.500 unidades en nuestro país y se sitúa como uno de los compactos más exitosos. Durante su lanzamiento, Opel había vendido más de 24 millones del Opel Astra y su antecesor, el Kadett. Si volvemos a la actual generación, todavía quedan por llegar las versiones más deportivas, como el futuro OPC, que a buen seguro superará los 300 caballos y que esperamos probar en SoyMotor.com.

OPEL ASTRA 1.4 TURBO: MOTOR    

Las novedades no acaban aquí ya que Opel anunció, junto a la presentación del Astra, la mayor ofensiva de su historia a nivel de motorizaciones de nueva generación. Y ahora mismo estoy sentado al volante de una de ellas. Se trata del nuevo propulsor 1.4 ECOTEC Turbo de inyección directa, que ya estrenaron en su día el Opel Adam y el Opel Corsa. Está enmarcado dentro de la gama pequeña de motores de tres y cuatro cilindros de la marca inferiores a los 1.6 litros. La unidad que probamos cuenta con 150 caballos, aunque existe otra versión que reduce la potencia máxima a 125 caballos.

Opel ha diseñado un motor que no destaca especialmente por su potencia máxima, pero a cambio ofrece una curva de par que alcanza su máximo entre 2.000 y 4.000 revoluciones, durante las que entrega 245 Newton-metro de par. Es decir, el mayor empuje si sitúa justo en los regímenes más empleados en la mayoría de condiciones, lo que transmite una sensación de motor siempre lleno. Como es norma en este tipo de mecánica turbo gasolina, la zona alta no es la más brillante y no merece estirar el motor por encima de seis mil vueltas, aunque aguanta sin deshincharse estiradas por encima de la zona de potencia máxima. También se nota el trabajo para reducir vibraciones y sonoridad, especialmente al ralentí, donde habrá que fijarse en el cuentarrevoluciones para saber si está arrancado.

En el apartado de innovaciones técnicas Opel saca pecho con soluciones como cigüeñal hueco o una bomba de aceite de baja de fricción para reducir consumo y vibraciones. Además, el bloque motor está ahora fabricado en aluminio, por lo que se ahorran 10 kilos frente al anterior de acero forjado.

*Obtenidas con el acelerómetro Beltronics Vector FX2

OPEL ASTRA 1.4 TURBO: INTERIOR Y EQUIPAMIENTO

Una vez accedemos a su interior, el nuevo Opel Astra destaca por un salpicadero más funcional y con muchos menos botones que su antecesor. Atrás queda una zona central más propia de un avión comercial y ahora todo es mucho más intuitivo y sencillo de manejar gracias a los numerosos mandos integrados en el volante. Este también es nuevo, y personalmente, me parece mucho más bonito y menos masivo que el anterior. Como ves, cada detalle suma en esa sensación de mayor ligereza y agilidad que Opel ha querido imprimir a su compacto.

Tampoco hay tacha en los materiales utilizados, especialmente en esta unidad de pruebas que cuenta con tapicería de cuero, techo solar y otros opcionales. El diseño del salpicadero no hace uso de materiales exóticos, pero a cambio muestra una solidez y ajustes muy buenos, a la vez que combina los revestimientos plásticos con zonas en negro brillante en el túnel central o los paneles de las puertas.

Los asientos delanteros abrazan sorprendentemente bien el cuerpo para no ser de tipo baque –han sido certificados por la campana de espaldas saludables AGR– y cuenta con una función que se agradece durante el asfixiante verano: ventilación de tres niveles que evitan que llegues a tu destino con la espalda empapada. Una opción no disponible en la mayoría de sus rivales y que se ve complementada por la función masaje y calefactable. Esta última también se extiende a la banqueta trasera, por lo que en invierno será un plus que apreciaran los ocupantes de las plazas posteriores. Estas son adecuadas para dos ocupantes, si bien un tercero puede viajar sin problemas. La reducción de altura tampoco supone un problema para los pasajeros, que cuenta con un espacio para la cabeza suficiente hasta para los más altos.

Durante la prueba sí que percibimos un aspecto mejorable, e incluso molesto en algunas situaciones: el sistema de aviso aparcamiento y sus sensores se mostraron 'demasiado inteligentes' ya que se activaban a la mínima ocasión, incluso sin permiso del conductor. Con el sistema desactivado, varios fueron los sustos que nos llevamos en pasos de peatones, cuando al pasar estos cerca de nuestro parachoques delantero provocaban un pitido del sistema. En cualquier caso, nada preocupante que no se pueda mejorar con una actualización del sistema.

El sistema Opel Onstar ahora brinda una asistencia integral al conductor

Opel también ha dejado la era analógica atrás con un cargamento de soluciones que dotan al Astra de una conectividad a la altura de los mejores compactos. En especial, destaca el sistema Opel OnStar. Lo que nació con un elemento de seguridad en caso de accidente o avería ha evolucionado hacia una asistencia integral del conductor, que ofrece un asistente personal que al que podremos pedir incluso ¡reservar en un restaurante! Además, también está disponible un servicio de internet WIFI, que crea una nube inalámbrica para que los pasajeros puedan conectarse a Internet en marcha. Android Auto y Apple Car Play completan el elenco de soluciones.

Tampoco se quedan atrás los sistemas de seguridad, algunos heredados de la berlina Insignia, como reconocimiento de señales, detección de ángulo muerto, control de crucero inteligente, asistente de aparcamiento automático o aviso de cambio de carril o visión periférica.

El maletero es muy aprovechable por formas y dimensiones y cuenta con 370 litros, los mismo que la anterior generación, todo un logro dadas las menores dimensiones del nuevo Astra. Si es cierto que en este apartado pierde frente a sus rivales directos, que rondan o superan los 400 litros. Si abatimos los asientos traseros –60:40– se pueden alcanzar los 1.210 litros.

Al caer la noche, todos los demás dispositivos quedan eclipsados por los nuevos faros IntelliLux LED gracias un haz de luz de gran potencia y a su sistema adaptativo inteligente que alterna largas y cortas de forma automática convierte la conducción nocturna en un verdadero placer.

OPEL ASTRA 1.4 TURBO: CONDUCCIÓN

Llega la hora de ponernos en marcha y desde los primeros metros se puede sentir el cambio experimentado por esta undécima generación del compacto alemán. No he llegado todavía a la A-1 que me lleva de vuelta a la capital y ya en los primeros giros el nuevo Opel Astra se siente infinitamente más ágil que su antecesor. Con los ojos cerrados, nunca diría que estoy al volante del mismo coche. Y de hecho es que no lo estoy, este Astra supone una evolución excepcional a nivel dinámico que parece otro automóvil.

A sus mandos el Opel Astra nos trasmite una sensación de homogeneidad muy satisfactoria, algo así como si todos sus componentes, comenzando por el nuevo motor gasolina turbo de nueva generación, pasando por un nuevo tarado de suspensiones, dirección, carrocería sumado al aligeramiento de todos ellos, funcionasen en una misma dirección. Si queremos que el tacto sea aún más directo, bastará con pulsar el modo Sport, que endurece la asistencia de la dirección y afila la respuesta del acelerador. En mi opinión, no veo razones de peso para no tenerlo siempre activado.

La evolución en el apartado dinámico respecto al anterior Astra es de tal nivel que parece que conducimos otro coche

Es en carreteras viradas en las que ponemos en aprietos su comportamiento donde mayores conclusiones pudimos sacar. Lo cierto es que el anterior Astra se había convertido un coche ciertamente pesado y donde la desconexión entre coche y conductor era patente. Esta nueva generación hace de la conducción algo mucho más instintivo y natural. Muestra de ello es que ahora estoy afrontando el puerto del recorrido de pruebas a un ritmo inalcanzable para su antecesor, con una facilidad sorprendente. Antes era un coche que no invitaba a buscarle los límites mientras que ahora, gracias a la pegada en medios del motor turbo –aunque responde con energía desde las 2.000 revoluciones– permite circular muy rápido por estas carreteras.

El trabajo de aligeramiento y mejora también se transmite al conductor en forma de un comportamiento muy noble y un chasis afinado, con un subviraje poco acusado incluso forzando el coche en curvas muy cerradas. Los cambios de apoyo y la rapidez de dirección también son más rápidos que antes lo que redunda en un comportamiento más vivo. La caja de cambios manual de 6 velocidades ofrece un tacto muy similar al antiguo, lo cual no es malo, ya que destaca por un buen tacto y unos recorridos no demasiado largos. Eso sí, la forma del pomo no me parece especialmente ergonómica. Cuestión de gustos. El tacto del freno se muestra muy dosificable en cualquier circunstancia, si bien dispone de un recorrido muerto inicial que no será del agrado de todos.

En autopista, las buenas maneras de su antecesor se mantienen e incluso se ven mejoradas gracias a un menor balanceo en curvas de alta velocidad. El aplomo es muy bueno en cualquier circunstancia, lo que sumado al buen empuje del motor, ausencia de ruidos aerodinámicos y una buena filtración de los baches hacen del Opel Astra un gran rodador en estas circunstancias.

OPEL ASTRA 1.4 TURBO: ECONOMÍA DE USO

Menos kilos que arrastrar junto a unas mecánicas más eficientes también hacen que el nuevo Opel Astra sea también menos contaminante y aproveche mejor cada gota de combustible. Frente al anterior propulsor equivalente -–también un 1.4 turbo, pero con 140 caballos– el consumo homologado se reduce más de un litro hasta los 5,1 cada 100 kilómetros. En la vida real y siendo generosos con el acelerador –y el modo Sport siempre activado–, el Opel Astra 1.4 Turbo ha consumido 7,1 litros en nuestro recorrido de pruebas.

En ciudad se pueden rondar los siete litros si cuidamos mínimamente la conducción –nos consumió entre 7,5 y 8 litros–, mientras que en carretera se puede bajar de seis litros y en autopista a unos 120 kilómetros/hora de media reales consume poco más de 6,5 litros. Sin llegar a los consumos de una mecánica turbodiésel, la eficiencia de este motor ha mejorado ostensiblemente. La autonomía ronda los 800 kilómetros gracias a un depósito de 56 litros.

El precio base del Opel Astra 1.4 Turbo de 150 caballos con acabado Dynamic que hemos probado arranca en los 21.775 euros, tarifa base a la que habría que restar los descuentos ofrecidos por la marca. Si le parece demasiado costoso o necesita tanta potencia o equipamiento, la gama Opel Astra 2017 arranca desde los 19.075 euros de la versión Expression con motor tricilíndrico 1.0 turbo. Dado que la diferencia no es abultada, nos parece que la unidad probada tiene una mejor relación calidad-precio-prestaciones y merece la pena el esfuerzo.

OPEL ASTRA 1.4 TURBO: RIVALES

• Volkswagen Golf

Una de las referencias del segmento ha recibido este año un lavado de cara a la espera de la nueva generación que llegará en 2018. Entre las novedades está el nuevo motor 1.5 TSI de 150 caballos y desconexión activa de cilindros. Se sitúa en un nivel superior por precio que el Astra y cuenta con una imagen y acabados muy conseguidos.

• Seat León

El compacto más vendido en nuestro mercado ha sido también renovado recientemente y cuenta con versiones familiares y por supuesto, deportivas, como el Cupra y el nuevo Cupra R. A diferencia del Astra dispone también de carrocería de tres puertas y una variante campera, además de una amplia gama de motores del grupo VAG. Su comportamiento y estética es de las más deportivas del segmento compacto. Arranca desde los 16.000 euros.

• Peugeot 308

La nueva ofensiva del fabricante francés ha llevado a una total renovación de su modelo compacto, si bien esta data de 2013. Destaca por su mayor maletero (398 litros), una gama de motores extensa y eficiente y un precio inferior que el Opel Astra. El motor equivalente al probado sería el 1.2 Puretech turboalimentado de 130 caballos y 230 Nm de par. La gama incluyendo descuentos arranca desde unos 15.000 euros.

OPEL ASTRA 1.4 TURBO: CONCLUSIONES

La nueva generación del compacto de Opel supone una notable evolución respecto a su antecesor. No sólo es más atractivo y armonioso en su diseño, sino que las soluciones técnicas como la reducción de peso o las nuevas mecánicas suben el listón y lo sitúan por comportamiento dinámico como una de las referencias del segmento. La dotación tecnológica, con el sistema Opel OnStar como punta de lanza, también se encuentra a la altura de los mejores.

En concreto esta unidad 1.4 Turbo de 150 caballos muestra un gran equilibrio gracias al poderoso empuje, ausencia de vibraciones y un consumo contenido para las prestaciones que ofrece. La habitabilidad no se ha resentido pese a la reducción de tamaño mientras que la baja sonoridad y una comodidad elevada lo hacen también un buen compañero para el dia a día. En resumen, el nuevo Opel Astra aspira a ser el nuevo rey del segmento compacto, como así demuestran las cifras de ventas situándole en el top 3 en nuestro mercado.