Porsche 965 Concept: un 959 a escala con corazón V8 de Audi

A mediados de la década de los 80, Porsche busca cómo llenar el hueco de mercado que se ubicaría entre el tope de gama marcado por el 959 –todavía por lanzar– y el 911 de la por aquel entonces nueva generación 964, que en primera instancia no iba a incorporar la variante Turbo.

El objetivo no se podía calificar por menos que ambicioso, ya que la cantidad de tecnologías previstas para su implementación incluía tracción a las cuatro ruedas, suspensión neumática adaptativa y por vez primera una caja de cambios de doble embrague, sin duda tomando nota del laboratorio tecnológico que fue su hermano mayor, el 959.

En cuanto al apartado mecánico se designó una potencia objetivo de en torno a 365 caballos, para lo que se consideraron varias opciones: en primer lugar un motor bóxer de seis cilindros biturbo, refrigerado por agua y con cuatro válvulas por cilindro, parecido al del 959 pero con la potencia reducida. Una segunda alternativa pasaba por el uso de un V6 con turbocompresor, mientras que la propuesta más jugosa pasaba por la creación de un motor V8 de fabricación específica.

El motor bóxer quedó rápidamente descartado al no poder entregar la potencia requerida sin hacer uso de la tecnología de competición de la que sí hacía gala el 959 para entregar sus 445 caballos, algo que dispararía el precio del mismo. La mecánica V6 Turbo iba a ser derivada del V8 diseñado por el legendario Hans Mezger para el proyecto no nato de la Indycar, pero también fueron descartados en última instancia junto a la opción del V8 de fabricación propia destinado al proyecto 989. El equipo también puso sus miras en utilizar mecánicas de marcas hermanas, siendo el V8 de Audi una de las alternativas consideradas que se pusieron a prueba, entre otros lugares, en el circuito oval de Nardó.

Mientras se encontraban en esta incertidumbre mecánica llegó el año 1987, que trajo consigo una gran crisis financiera para la marca de Stuttgart. Se cancelaron varios proyectos, aunque parecía que la suerte le sonreía al 965, que siguió adelante con algunos cambios. Para empezar, se desechó de nuevo la idea principal para la mecánica, que en esos momentos pasaba por acomodar refrigeración por agua para el motor bóxer de seis cilindros y 3.5 litros que se barajó como primera opción. Del mismo modo, se acordó compartir más elementos con el 964 y el uso del motor del último 911 Turbo, de la generación 930.

Por desgracia, las ventas de la marca germana descendieron a niveles preocupantes afectando a más proyectos en marcha -como el de la generación 993 del 911-. Esta vez, el proyecto 965 no pudo esquivar la bala y acabó por cancelarse en los albores de la década de los 90, junto con la idea de rellenar su hueco con la variante Turbo del 964, en principio no planteada por la directiva. De los 16 prototipos de pruebas que se fabricaron, tan solo quedó uno sin desmantelar y que todavía se encuentra en posesión del fabricante, concretamente la unidad con el corazón de Audi bautizada cariñosamente como ''bombardero negro'', la cual deja constancia de las complejidades mecánicas que sufrió este proyecto orientado a situarse en un lugar bastante comprometido dentro de la gama de la casa de Stuttgart.

De haber llegado a la serie, el lanzamiento se habría dado ya en el año 1990 bajo la nomenclatura 969, fruto de la unión de conceptos entre 964 y 959. Los planes pasaban por la fabricación de 2.500 ejemplares anuales… que finalmente quedaron en uno solo.