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Cuatro modelos que han amenazado el 'liviano' trono del Caterham Seven

05/06/2022 12:33

Con un legado que se remonta a finales de los años 50, el Caterham Seven ha probado ser uno de los vehículos más puros y divertidos por un precio asumible. Su receta sencilla y en busca siempre de la ligereza ha intentado ser replicada en multitud de ocasiones desde aquellos primeros días hasta día de hoy. Hoy repasaremos algunos de estos casos.

El vehículo protagonista de hoy puede considerarse como la obra más longeva del fundador de Lotus, Colin Chapman, ya que las primeras unidades del Seven fueron ensambladas nada menos que en 1957. A comienzos de los años 70, concretamente en 1973, la firma decide finalizar la producción, pero Caterham se hace con los derechos del mismo para continuar con su fabricación.

Y así es desde entonces, con una fórmula que ha sido refinada y actualizada, pero nunca alterada. Tanto es así que a lo largo de los años han sido infinidad de fabricantes los que se han lanzado a realizar sus propias interpretaciones, demasiados como para siquiera enumerarlos en un artículo. En este encontraremos cuatro ejemplos más desconocidos y que se desmarcan en alguna que otra característica del resto.

LOTUS 340 R

Y comenzamos con la propia Lotus, que en 1998 presentaba la versión conceptual de este modelo como la respuesta más directa hasta entonces al Caterham Seven, ya que modelos como el Ariel Atom o el KTM X–Bow todavía tardarían en presentarse. Compartía el chasis con el Elise, pero la carrocería era absolutamente diferente, con lo mínimo para poder homologarse para circulación.

La mecánica era la misma que la de su hermano, un cuatro cilindros de origen Rover, pero que en su caso erogaba una cifra con 35 caballos extra, hasta los 175, gracias a una actualización de la centralita y a su incrementada relación de compresión. En total se fabricaron 340 ejemplares a unos 60.000 euros al cambio actual cada uno si aplicamos la inflación. Como curiosidad, decir que se pretendía que el 340 hiciese referencia a la relación potencia/peso, pero las restricciones de homologación dejaron esta cifra en 295 caballos/tonelada.

CATERHAM 21

¿Qué hay como primera alternativa… que un coche de la propia marca? Porque sí, Caterham ofreció un modelo aparte del Seven, denominado 21. Aunque por debajo se basaba en el mismo coche, contaba con algunas partes algo más reforzadas debido a los 100 kilos extra de peso. El objetivo no era otro que ofercer la ''experiencia Caterham'' en un formato algo más práctico y funcional.

Fue presentado en 1994 y se fabricó hasta 1999 en no más de 50 ejemplares. La gama de motores tampoco cambiaba, con los Rover 1.6 y 1.8 litros de los Lotus Elise de la época. Como apunte curioso, el 21 tomaba prestadas algunas partes de otros coches, las más visuales sin duda eran las ópticas traseras de Ford Mondeo.

ZENOS E10

Fundada por ex trabajadores de Lotus y Caterham en 2012, Zenos presentó el E10 en 2015. Las mecánicas han sido siempre las polivalentes Ecoboost de Ford con 2.0 litros, aunque para la variante R más prestacional se optó por el de 2.3 litros con 350 caballos del Focus RS. Los 200 caballos que ofrece la versión básica son más que suficientes para mover con soltura los apenas 700 kilos del conjunto.

Hasta 2016, fabricaron 100 ejemplares, tras lo cual la compañía comenzó a pasar por apuros tras la cancelación de varios pedidos de exportación. Desde 2017 es propiedad del consorcio AC Cars, aun así, todavía fabrica modelos de manera artesanal a partir de 31.000 euros.

BMW Z21 CONCEPT

Vale, admitimos que aquí hemos hecho trampa, ya que este coche no se llegó a poner en producción. Fue presentado en Tokio en 1995 y fue un concepto totalmente alejado de lo que BMW podía ofrecer entonces. Su ligero chasis no se ocultaba bajo la carrocería, sino que quedaba visible al completo, una carrocería, por cierto, que contaba con paneles desmontables y que directamente prescindía de techo y parabrisas.

Para la mecánica se recurrió nada menos que al cuatro cilindros de la motocicleta BMW K1100, con algo más de 100 caballos, mientras que su peso se quedaba en unos escasísimos 550 kilos. Con ello, el equipo de pruebas logró una aceleración de 0–100 km/h. en seis segundos, con una punta de 180 km/h.